Randy Álvarez Stoll

La pandemia generada por el virus Sars-Cov2 no solamente amenaza la vida de los seres humanos causando muerte y enfermedad sino que provoca que el sistema económico mundial active sus anticuerpos ante la disminución del consumo global: su propia existencia esta en cuestionamiento, tal como se la conocía.

Ante la actual escasez de vacunas necesarias y suficientes para extinguir la epidemia (unas 11.000 millones de dosis) inmunizando al 70% de la población mundial, el metabolismo del capitalismo financiero muta hacia la «digitalización total del mundo físico», tal como lo anticipara el CEO de Uber, antes de la aparición del debastador ente viral.

Las monedas virtuales, el yuan, euro, dólar y otras, como así también las encriptadas, estan siendo preparadas para el lanzamiento en sustitución de los billetes físicos desde una plataforma global de intercambio.

La disminución del consumo como consecuencia de la afectación de la salud orgánica y espiritual de las personas constituyen el «talón de aquiles» del sistema de sustentación de la vida económica basada en la compra venta de bienes y servicios mediada por el dinero, en el futuro cercano dinero virtual.

Con la existencia de los actuales medios de pago electrónicos operados desde los teléfonos inteligentes, los ricos poseen recursos económicos para adquirir en el libre mercado global y accionan el mecanismo que sostiene el nuevo capitalismo digital, develándose la nueva pobreza digital que está emergiendo en la urbe globalizada por la pandemia.

El «Gran Reinicio» o nuevo orden está siendo configurado por un poder real que va construyendo una nueva forma de vida en la Tierra alejada de valores y sentimientos identificados con lo humano, haciendo de la vida una cadena de eventos digitalizados, televisión, teléfono, homebanking, whatsapp, facebook, instagram, apps de todo tipo, que van alienando a los sobrevivientes de la pandemia.