Pedro Echeverría V.

1. En Lima, Perú, ya desde mediados de mayo de 2008, se reunieron organizaciones indias de América durante la II Cumbre Nacional y Foro Internacional Indígena, para analizar el contexto nacional e internacional, así como las perspectivas en que ocurre el llamado proceso hacia el “Acuerdo de Asociación Unión Europea y Comunidad Andina de Naciones”. En esa cumbre se acordó un “alto a la catástrofe en el Perú con mineras encima de la mitad de 6000 comunidades andinas en las cabeceras de cuencas de agua para la costa, y petroleras en el 70% de la amazonía y encima de más de 1000 comunidades” y la anulación de las leyes o proyectos de supuesta “cooperación” que pretenden parcelar, individualizar, privatizar, “reforestar”, nuestros territorios comunales.

2. Se denunció que todo ese proceso de privatización se da con la intervención del Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Europeo de Inversiones (a través del IIRSA) y que esa mercantilización de la Vida es la que está llevando al suicidio a la humanidad. Hace sólo 11 días (el 1 de junio) en Puno, Perú, los líderes indígenas de América reafirmaron su intención de conformar una Asamblea General de los Pueblos y su rechazo a los Tratados de Libre Comercio y la privatización de las tierras. Siete mil delegados de América, Europa y África declararon que los indígenas conformarán la Asamblea General de los Pueblos, rechazaron los TLC y emitieron las conclusiones de la IV Cumbre Continental de los Pueblos.

3. Por eso Alan García, el presidente de Perú que también –como Calderón de México y Uribe de Colombia- es un cachorrito de los gobiernos de EEUU, está preocupadísimo y acusa al indio Evo Morales (presidente de Bolivia) de “estar soliviantando los ánimos indígenas en el sur del continente americano”. Denunció que junto a Hugo Chávez, Morales es un peligro en todo el corredor indígena del océano Pacífico que va de Venezuela a Bolivia pasando por Colombia, Ecuador y Perú. ¿Pretende García con esa denuncia firmar un Plan Perú con Obama como los que firmaron Clinton y Bush con Colombia y México? Lo que diga García no le podrá servir para esconder la gran masacre, que desató el pasado 5 y 6 de junio que produjo decenas de muertes.

4. En tanto García, el presidente asesino de Perú, reprime con brutalidad un gran movimiento indígena y campesino que exige la derogación de leyes para la inversión y explotación extranjera en materia petrolera, en México Felipe Calderón, el presidente ilegítimo, sigue exigiendo que se le autoricen inversiones extranjeras en la industria petrolera y “se olviden los prejuicios nacionalistas”. Pero en México nadie sale a la calle a protestar contra su política entreguista. En tanto en Perú el presidente está a punto de caer del gobierno por su entreguismo hacia los inversionistas yanquis, en México Calderón parece mantener el control de la situación a pesar de su desgobierno que ha avivado muchas protestas, aunque muy aisladas entre sí.

5. Miles de pobladores de regiones amazónicas de Perú cumplían el jueves 11 un paro parcial de 24 horas en apoyo a las protestas de indígenas que insisten en la derogatoria de leyes de estímulo a la explotación e inversiones extranjeras en sus territorios en materia petrolera, minera y del campo, que consideran atentatorias de la naturaleza y sus propiedades. Al mismo tiempo, en Lima otros miles de trabajadores marcharon por la ciudad en respaldo a los indígenas con dirección al Congreso –donde legisladores nacionalistas han bloqueado las sesiones de trabajo–, pero fueron dispersados por la policía que lanzó bombas lacrimógenas, en medio de un caos vehicular y el cierre de algunos negocios. Las luchas se agudizan entre García y los indígenas.

6. Señala el asesor de comunidades Marco Huaco: aunque los diarios “El Comercio” y “Perú 21” sigan poniendo entre comillas la palabra “masacre”, la sociedad asiste horrorizada a las masacres del 05 y 06 de junio mientras el Presidente García y sus Ministros inventan justificaciones cada vez más alucinantes ahora hablando de conspiraciones internacionales (¿Ecuador-Bolivia-Venezuela?) para impedir que el Perú explote sus recursos petrolíferos, gasíferos, auríferos, hídricos y forestales…que es al final todo lo que le interesa al perpetrador intelectual de la política del “perro del hortelano”. Ahora todos aquellos que todavía no estaban convencidos constatan que aquella insultante etiqueta del “perro” no era proclamada como simple metáfora agraviante sino como figura muy literal con ribetes genocidas.

7. Los indígenas, después de dos siglos de haber hecho su independencia como país, no han podido liberarse porque fueron traicionados o simplemente usados al participar en el siglo XIX en las luchas por la independencia dirigidas por los criollos. Lo ha escrito con enorme claridad Guillermo Bonfil en su México Profundo al plantear que el proyecto básico de las nuevas naciones hispanoamericanas fue organizarse al estilo europeo, con constituciones y economías que seguían los modelos franceses y británicos. Las constituciones mexicanas tuvieron como base la Constitución de 1824. Las circunstancias políticas y económicas de los habitantes originales, por lo tanto, cambiaron muy poco al seguir condenados a la miseria y a la marginación social. Es el motivo por el que han continuado las rebeliones indígenas en diferentes regiones hasta el presente.

8. La «integración» a la vida nacional, a la civilización, ha significado renunciar a su lengua, a su modo de vivir, a su religión y a su identificación étnica. Por otro lado, como bien se ha dicho, hay muchas comunidades que ocupan territorios pertenecientes a países distintos que tienen leyes y políticas contradictorias, como es el caso de los wayúu en la Guajira colombo-venezolana, los aymara de Perú, Bolivia, Chile y Argentina, los miskitos de Nicaragua, Honduras y Belice, y los mayas de México, Guatemala y Belice, entre otros muchos. En tercer término, los intereses económicos de los grupos con más poder en el país están a menudo en conflicto con la necesidad de alguna comunidad indígena específica por preservar su tierra o su modo de vida..

9. Uno de los objetivos básicos del llamado Plan Puebla Panamá, instrumentado bajo el mandato de Bush y que quiso liderar Fox, fue controlar toda la zona indígena de Mesoamérica. La batalla que los indígenas libran en Perú, Ecuador y Bolivia seguramente se extenderá al resto del continente hasta llegar a México pasando por Centroamérica. La demanda por una distribución más equitativa de la tierra todavía tiene un largo camino por recorrer y, al parecer los indígenas, unidos a otros trabajadores, conservan todavía sus fuerzas y su presencia. Por eso las batallas en el Perú contra las burguesías locales y el capital internacional –que todos debemos apoyar en estos momentos- sólo son los primeros pasos de la lucha mundial por la liberación.

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