El Departamento de Estado de EE.UU. canceló abruptamente programas de ayuda exterior destinados a apoyar a activistas opositores, presos políticos y grupos religiosos en Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Según El Nuevo Herald, los recortes afectaron principalmente al Instituto Republicano Internacional (IRI), una organización vinculada al Partido Republicano, que manejaba 95 programas financiados por el Departamento de Estado y la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (Usaid).

De estos, solo tres programas permanecen en pie, todos relacionados con Venezuela, los cuales quedaron en pausa en cumplimiento con una orden ejecutiva de Donald Trump que congela la ayuda exterior por 90 días.

El resto de los 175 programas del IRI se encuentran a la deriva, porque dependen de fondos asignados directamente por el Congreso a la Fundación Nacional para la Democracia (NED), la cual alega que no ha podido acceder al dinero.

También se vieron afectados medios independientes en Cuba, como Cubanet, que perdió su financiamiento de Usaid.

En una audiencia del Senado, el republicano Rick Scott argumentó que la ayuda exterior no ha generado cambios significativos en regímenes autoritarios.

Según la notificación de cancelación, que fue enviada el pasado viernes por el Departamento de Estado y Usaid, estos contratos «no estaban alineados» con las prioridades de las agencias y no eran «de interés nacional» tras una revisión.

Por su parte, la senadora Jeanne Shaheen advirtió que la suspensión de estos programas podría debilitar la influencia de EE.UU. en América Latina y fortalecer a China.

Mientras que algunos congresistas republicanos han solicitado restablecer la ayuda bajo criterios de seguridad nacional, demócratas como Debbie Wasserman Schultz criticaron la falta de acción de sus colegas para revertir los recortes.

Por su parte, la republicana María Elvira Salazar afirmó que «cada dólar gastado tiene que responder a estas tres cosas: ¿hace que Estados Unidos sea más seguro, más fuerte y más próspero? He sido clara al respecto y le he pedido a la Administración Trump que restablezca rápidamente los programas para Cuba, Nicaragua y Venezuela que se alineen con nuestros intereses de seguridad nacional. Una América Latina libre y democrática significa unos Estados Unidos de América libres y democráticos».