Venezuela enfrenta desde 2013 una embestida de la derecha nacional e internacional desde todos los ámbitos. Una feroz guerra económica es parte de las estrategias utilizadas para golpear a la patria bolivariana, que entre sus tácticas incluye el ataque al papel moneda.
Este delito—sancionado por Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo— fue denunciado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, quien ha señalado que la operación es dirigida por mafias desde Colombia.
El Mandatario venezolano indicó este domingo que en ciudades colombianas, como Cúcuta, Maicao, Cartagena y Bucaramanga, se almacenan billetes venezolanos, especialmente de la denominación de Bs. 100, que saldrán de circulación esta misma semana como medida dirigida contra esas mafias.
¿Cómo opera?
Una vez extraído el papel moneda de Venezuela, las mafias disponen de varias opciones para cambiar los bolívares según sus propósitos. La convertibilidad del bolívar en Colombia es legal desde el año 2.000 cuando el Banco de la República de Colombia, que cumple funciones de Banco Central, emitió la resolución Nº 8, que autoriza el intercambio directo de monedas con los países vecinos, sin pasar por el dólar.
Esta figura establece una doble tasa sobre el intercambio de monedas en Colombia: una oficial, establecida por el Banco de la República, y otra especial que se aplica sólo para las fronteras.
Esa dualidad-amparadas en la resolución Nº8- propicia el uso irregular de los bolívares. Por ejemplo este domingo el Banco de la República de Colombia, ubicado en Bogotá, fijó que el valor de cada bolívar es de 300,58 pesos; mientras que las casas de cambio en Cúcuta (en la frontera colombo-venezolana) empobrecen el bolívar con un precio de 2,45 pesos.
Es decir, que mientras un billete de 100 bolívares tiene un valor oficial en el Banco de la República de Colombia de 30.058 pesos, en la frontera una casa de cambio pagaría por el mismo billete 245 pesos.
Bajo ese esecenario la práctica es la siguiente, de acuerdo a lo explicado en septiembre pasado por Juan Carlos Tanus, vocero de la organización Colombianos y colombianas en Venezuela: esos mismos 100 bolívares son cambiados en el Banco de la República en Bogotá, la ganancia es de 30.058 pesos.
Luego esa cantidad es cambiada en Colombia por moneda norteamericana—a la tasa de hoy domingo se cotiza en 3.002,80 peso cada dólar—con lo cual se obtiene 10 dólares.
Después esos 10 dólares son canjeados a bolívares en territorio venezolano, utilizando el dólar paralelo, con lo cual obtendrían hoy una ganancia de más de 42.540 bolívares, usados posteriormente para comprar productos subsidiados en Venezuela y revenderlos en suelo colombiano.
«Se calcula que más de 300.000 millones de bolívares están en poder de las mafias internacionales dirigidas desde Colombia, parte del golpe económico», señaló el Jefe de Estado venezolano.
Tres usos
También en el 2015 el dirigente socialista, Diosdado Cabello, denunció los tres usos que las mafias colombianas dan a los billetes del bolívar. En esa oportunidad alertó sobre la «operación a tres patas», que consiste en la compra de tres billetes de 100 bolívares a un monto de Bs. 250 cada uno para un total de Bs. 750 en total.
El primer billete es acaparado por grupos norteamericanos y colombianos, que lo guardan durante cuatro o cinco meses, con la finalidad de forzar al Gobierno venezolano a incrementar la impresión de bolívares para hacer frente a la escasez de la moneda.
El segundo billete se transa en las casas de cambio de Bogotá, donde su valor es 50 veces más alto que en Cúcuta, para posteriormente ser llevados a esta zona fronteriza para adquirir los productos venezolanos que se comercializan como parte de contrabando.
Y el tercer billete se devuelve a territorio venezolano para comprar gasolina, alimentos y productos subsidiados y contrabandearlos hasta Colombia.