Obligadas a realizar ajustes drásticos de presupuesto, las autoridades educativas piensan implantar otras medidas de austeridad, como cerrar escuelas, cancelar programas, aumentar la matrícula por clases, o recortar el día, la semana o el año escolar.
La secretaria de Ecuación, Arne Duncan, estimó que los recortes de presupuestos pusieron en riesgo un tercio de los 300 mil trabajos en escuelas públicas, y llamó a aprobar un financiamiento extra para evitar la catástrofe a la que se aproxima el sistema.
De acuerdo con el diario The New York Times, en California despedirán a 22 mil personas, las autoridades de Illinois piensan hacer lo mismo con 17 mil educandos, y en las escuelas públicas de Nueva York pudieran desaparecer en junio unos 15 mil trabajos.
Los recortes llegarán en momentos en que el gobierno implementa medidas para detener el alto porcentaje de deserción escolar, pues teme que un pobre rendimiento educativo pudiera afectar la productividad y competitividad del país.