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26 de octubre de 2013.- El mundo necesita un nuevo consenso. La nueva era exige nuevas instituciones que sustituyan al Banco Mundial, al FMI y a la OMC, y los países BRICS van a asumir la responsabilidad de materializarlas, opina el economista y escritor Laurence Brahm.

 

En su artículo publicado en el diario ruso ‘RBC Daily’ el experto destaca que la crisis de las antiguas instituciones financieras creadas en el marco del sistema de Bretton Woods después de la Segunda Guerra Mundial ha permitido que se intensifique el protagonismo de los países BRICS, que van a cambiar la arquitectura financiera global. 
 

«Se suponía que [el Banco Mundial, el FMI y la OMC] iban a garantizar la estabilidad de la económica mundial, pero desde la década de 1970 estas instituciones se han inclinado ideológicamente hacia la política del extremismo de mercado y el orden neocolonial. En cierta manera fueron sus políticas fundamentalistas lo que propició la crisis de 2008», destaca Brahm. 

«En este sentido, a nivel supranacional la tarea de reconfigurar la arquitectura financiera global recae en manos de los países BRICS. Su influencia va a crecer. También hacen uso de la economía integrada en lugar de seguir las políticas del Consenso de Washington del fundamentalismo de mercado», explicó. 

 

El bloque BRICS se distancia del dólar

 

Y para conseguirlo el bloque BRICS cumple con todos los requisitos. Los países alcanzaron acuerdos comerciales bilaterales fuera de la OMC, estableciendo los precios de los bienes dentro de los límites de los cestos de monedas mixtas, lo que cambia radicalmente la precepción de la economía mundial. Ahora los países BRICS están preparando una ‘hoja de ruta’ para crear un nuevo banco de desarrollo, un fondo de estabilización y un mecanismo para la resolución de disputas comerciales que puedan hacerse cargo de las funciones que antes correspondían al Banco Mundial, el FMI y la OMC, en un intento de trabajar en paralelo. 

Para tener la posibilidad de influir en los asuntos económicos globales, China y otros países BRICS han decidido que es hora de crear un nuevo consenso global. En marzo de 2012 los líderes de los países BRICS emitieron la Declaración de Nueva Delhi, que aboga por un nuevo sistema financiero. 

En marzo de 2013, en Sudáfrica los líderes de los países BRICS, además de una ‘hoja de ruta’ para la creación de un banco del BRICS como alternativa al Banco Mundial, acordaron establecer un consejo de negocios de los BRICS que actuará como órgano de administración de la zona de libre comercio, un órgano que crearán los BRICS para trabajar en paralelo con la OMC. 

«Se puede esperar que como alternativa el banco de los BRICS ofrecerá préstamos no limitados por condiciones, pero a tasas de interés más altas, es decir, utilizará un enfoque más empresarial. Además, podrá financiar proyectos en sectores en los que el Banco Mundial no trabaja, por ejemplo en el campo de los biocombustibles o la energía nuclear. El siguiente paso lógico sería la creación de un fondo de estabilización de los BRICS como una alternativa al FMI, lo que puede requerir la creación de una nueva moneda de reserva global. Es posible que se incluya en la cesta el real, el rublo, la rupia, el yuan y el rand. Está claro que los países BRICS se esfuerzan por ser menos dependiente del dólar de EE.UU.», explica el economista. 

«Al convertirse en una alternativa viable al FMI, el fondo de ‘emergencia’ será capaz de cambiar las placas tectónicas del sistema financiero global. El fondo de estabilización de los BRICS podría alcanzar 240.000 millones de dólares en moneda extranjera, que es más que el PIB combinado de 150 países. Esto aumentará el prestigio de los países BRICS no solo como centros de poder regional, sino también como una fuerza con la que sus vecinos podrían distanciarse del subdesarrollo», concluyó.