Texto del comunicado:
Después del editorial del 13 de abril de 2002, donde El País justificó el Golpe de Estado contra el presidente Chávez, poco de la cobertura de este diario sobre Venezuela nos ha sorprendido, pero con esta acción se sobrepasaron todos los límites, no sólo de la ética periodística, sino del más básico respeto a los derechos de un hombre que está batallando por su salud, de su familia y del pueblo venezolano.
La publicación de esta foto evidencia una vez más y con extrema crudeza que este diario está sirviendo de plataforma para la difusión de propaganda fabricada en laboratorios de guerra sucia contra el presidente Chávez como lo denunció el vicepresidente Nicolás Maduro en una entrevista con EFE el 17 de enero. Esta foto ya había sido circulada desde inicios de enero (y desmentida varias veces), la penúltima hace pocos días por el destituido embajador de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez. También se evidencia que esta práctica ha generado tal inercia en el diario que no se hace el más mínimo esfuerzo por cumplir con su propio Manual de Estilo, empezando por los artículos 1.12 y 1.34, respecto a la obligada verificación de la información, el extremo cuidado que se exige en la publicación de fotos de archivos, así como los casos y formas en que se admite la no mención de la fuente. Los responsables del diario intentaron protegerse mencionando que no habían podido verificar “de forma independiente las circunstancias en que fue tomada la imagen, ni el momento preciso, ni el lugar”, pero la misma frase revela que admitían la fotografía como verídica, aún sin contar con esos datos. Esto es aún más reprochable periodísticamente hablando, si se considera que un mínimo de búsqueda en Internet les habría permitido encontrar, por ejemplo, que apenas el 21 de enero el periodista Walter Martínez había denunciado nuevamente el origen de esta fotografía refiriéndose a un video difundido por Cochez y explicando que se trataba de un segmento de un video de 2008 difundido en Youtube de un paciente de 48 años.
En el artículo que acompaña esta foto, en la portada el diario, se habla de “transparencia”, irónicamente, con este escándalo este llamado debe hacérselo el mismo diario, sobre sus intereses corporativos y fuentes utilizadas en el caso venezolano, al menos por respeto a los lectores y periodistas que todavía puedan creer en la reputación seria y progresista que alguna vez cultivó El País. Una simple línea de disculpa a sus lectores no subsana todo lo que devela la forma en que se publicó semejante material.
Embajada de la República Bolivariana de Venezuela ante el Reino de España, 24 de enero de 2013.