El jueves finalizó el plazo de tres días dado por el Servicio Forestal de la región de Calcídica, en el norte del país, a la empresa minera Elinikós Jrisós (Oro Griego) para que retiren empleados y maquinaria del monte Kákavos.
Las autoridades forestales responden de ese modo a las denuncias de la población local y grupos conservacionistas sobre las ilegalidades cometidas por la firma multinacional, filial de la canadiense El Dorado Gold, en el entorno natural de la localidad de Skuriés.
El requerimiento administrativo exige a Elinikós Jrisós la suspensión inmediata de todas las obras y la retirada de todos sus trabajadores, maquinaria y casetas desplegadas en la montaña desde el pasado 19 de marzo.
Durante la jornada del jueves estaba previsto que el Servicio Forestal inspeccionara la zona y certificara el estado en que se halla con el fin de documentar las denuncias y respaldar las sanciones que en su caso hubiera que aplicar de acuerdo a la ley.
Los activistas contrarios a la minería celebraron que, aun con cierto retraso, la autoridad regional actuara contra la empresa y dictaminara la ilegalidad de sus actividades, pero señalaron que también los responsable policiales de la comarca vulneraron la ley al reprimir a los manifestantes.
Recordaron las declaraciones del subdirector de la policía quien aseguró que “la montaña es propiedad de la empresa” y que “contaba con permisos” para realizar tales obras, siendo falsas ambas afirmaciones.
El pasado domingo la Dirección de Policía de la prefectura de Calcídica desplegó unidades antidisturbios que reprimieron a cerca de tres mil personas que marchaban pacíficamente, mediante el uso desproporcionado de gases lacrimógenos y granadas sonoras de aturdimiento.