A pesar de los numerosos seres humanos muertos

 

Agencias / Matrizur.org

 

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó como “extraordinaria” la tarea de las tropas de su país en la invasión a Irak, donde perdieron la vida 100 mil personas, según fuentes oficiales, aunque otras calculan que los muertos podrían superan el millón de pobladores.

En una ceremonia militar en la base de Fort Bragg en Carolina del Norte, el mandatario señaló que el resultado de la guerra de agresión contra esa nación es la actual estabilidad, pese a que todavía los grupos de la resistencia siguen combatiendo y el gobierno iraquí no logra una cohesión política.

De esta forma, Obama saludó el regreso de los soldados estadounidenses “no con una batalla final, sino con una marcha de vuelta a casa”, reseñó la agencia Efe.

 

El presidente aseveró que sus tropas realizaron en Irak un “extraordinario trabajo” que permitió dejar “una nación estable y soberana”, además de defender que la invasión no fue para conquistar el territorio o los recursos del país, sino “porque era lo correcto”.

Durante casi una década los EEUU obtuvieron petróleo iraquí en condiciones solamente controlables por las fuerzas de ocupación, al tiempo que destruyeron o permitieron saquear gran parte del patrimonio nacional y sus empresas contratadas para “la reconstrucción” echaron raíces en el país basadas en las grandes necesidades creadas por los propios invasores.

Obama anunció en octubre pasado que los soldados estadounidenses saldrían de la nación invadida antes del 31 de diciembre, aunque en el país quedarán cientos de asesores y tropa camuflada considerada necesaria para proteger los intereses de Washington, aún cuando el gobierno irakí no les dará inmunidad.

En la actualidad quedan unos 5.500 uniformados en Irak, frente a los más de 170 mil al momento del inicio de la invasión quienes contaron con el apoyo logístico y directo de la potente V Flota del ejército de los EEUU asentada en el vecino emirato de Bahrein considerada eje principal de la estructura castrense de Washington en esa rica región petrolera.

El Jefe de Estado también señaló que las tropas estadounidenses abandonarán Afganistán en 2013.

La invasión a Irak fue impulsada por la administración del ex presidente George W. Bush, argumentando que el entonces gobierno de Saddam Husseim, construía armas de destrucción masiva.

La Casa Blanca presentó supuestas pruebas sobre las armas nucleares iraquíes y, comenzada la guerra de agresión, reconoció que eran falsas, aunque mantuvo las tropas en ese país por casi una década, uno de los productores de petróleo más importantes de Medio Oriente.

La invasión a Irak dejó como saldo la muerte de 4.500 soldados estadounidenses y varias denuncias por violaciones a los derechos humanos cometidas por las tropas norteamericanas, además de revelaciones de casos de corrupción por parte compañías que tenían asignada la supuesta reconstrucción de la nación árabe.