Efe

Radares estadounidenses pudieron haber provocado el fallo de la estación interplanetaria rusa Fobos-Grunt que quedó en órbita terrestre en lugar de tomar rumbo a Marte, según el teniente general Nikolái Rodiónov, ex comandante en jefe del Sistema de Prevención de Ataques Misiles de Rusia.

“La trayectoria del aparato Fobos-Grunt pasó por la zona de cobertura de unos poderosos radares estadounidenses en Alaska. Temo que la potente radiación electromagnética de aquellas estaciones pudo haber afectado los equipos de control de la sonda interplanetaria”, ha dicho Rodiónov. A su juicio, Rusia debería estar preocupada por la presencia de los radares estadounidenses en Noruega y Alaska.

También ha llamado a usar menos componentes electrónicos extranjeros en la fabricación de misiles y aparatos espaciales rusos. “En cualquier momento (los fabricantes extranjeros) podrían mandar algunas señales, activar ciertos chips para dejar fuera de servicio un misil o una nave espacial”, ha explicado.

Anoche, especialistas de la Agencia Espacial Europea (ESA) consiguieron por primera vez recibir datos de telemetría desde la estación interplanetaria rusa, que había permanecido muda desde su lanzamiento. La Fobos-Grunt debía cumplir una misión de 34 meses que incluía el vuelo a Fobos, el descenso en su superficie y, finalmente, el retorno a la Tierra de una cápsula con muestras del suelo del satélite marciano.

El proyecto, con un coste de 5.000 millones de rublos (unos 170 millones de dólares), tenía como objetivo estudiar la materia inicial del sistema solar y ayudar a explicar el origen de Fobos y Deimos, la segunda luna marciana, así como de los demás satélites naturales en el sistema solar.

Roscosmos, la agencia espacial rusa, ha declarado que hay tiempo hasta fines de mes para intentar reanimar la Fobos-Grunt y ponerla rumbo su destino: Fobos, una de las dos lunas de Marte.