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Así lo declaró a Prensa Latina Fidel Santana, dirigente del Foro Social Alternativo, una de las organizaciones convocantes del paro de 24 horas junto al Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), centrales sindicales, gremios, organizaciones femeninas, juveniles y campesinas que apoyan el cese de actividades.
Demandas como la rebaja de la tarifa eléctrica se han agudizado desde el paro del 11 de julio por las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI). El presupuesto aprobado para 2012 finalmente no cumplió la asignación del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto a la educación ni tampoco el cinco por ciento de los gastos a la UASD.
Para esta última solo aprobaron el 15 por ciento de aumento salarial de profesores y empleados, no así los recursos solicitados por el rector Mateo Aquino Febrillet para pagar deudas contraídas con los suministradores de alimentos de la alta casa de estudios.
El paro calificado de cívico pide un aumento general de salarios para los sectores público y privado, incluyendo la policía y los militares, la modificación de la Ley de Hidrocarburos para espaciar los lapsos semanales actuales en que se fijan los precios internos de los combustibles y hacer más transparente el mecanismo de la fijación de precios.
Fidel Santana recordó que, como se ha dicho en ocasiones anteriores, la población no quiere dádivas sino oportunidades de empleo, salarios con los que puedan dar de comer a sus familias y el acceso a la educación y una vivienda digna.
Aunque los partidos tradicionales de oposición concordaron en que hay razones para protestar, opinaron que esa acción no conduciría a lograr sus demandas, al igual que los jerarcas de la iglesia católica que expresaron su desacuerdo con el llamado al paro.
Por su parte, la policía tiene a miles de efectivos acuartelados desde la tarde de ayer y advirtió que no permitirán la interrupción o amenaza al libre tránsito de las personas. Se dice que algunos militares manejarán ómnibus para suplir cualquier déficit de transporte.