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Moderna, fabricante de una de las vacunas contra el coronavirus aprobadas en España y otras partes del mundo, estaría expuesta al riesgo de una demanda por infracción de patentes sobre su vacuna.
Así se deduce del hecho de que un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos ha rechazado este miércoles 1 su impugnación de las patentes pertenecientes a Arbutus Biopharma Corporation.
Esta es una empresa biofarmacéutica canadiense en cuya cartera de productos se incluyen agentes terapéuticos de interferencia de ARN y que tiene un programa de fármacos “dirigido a identificar agentes activos por vía oral para el tratamiento de coronavirus (incluido COVID-19)”, explica en su web.
De esta forma, la decisión del Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de EE. UU. valora que las patentes de Arbutus, que podrían cubrir la tecnología utilizada en las vacunas contra el coronavirus (ARN mensajero), son válidas, ya que la ciencia implicada en ellas no se conocía anteriormente.
Lo hace tras confirmar las conclusiones previas de la Junta de Juicio y Apelación de Patentes de Estados Unidos, que coincidió con Moderna en que algunas partes de una de las patentes no eran válidas, pero estuvo de acuerdo con Arbutus en el resto, informa Reuters.
La agencia de noticias británica recuerda que Moderna ha dicho en los tribunales creer que Arbutus podría presentar una demanda exigiendo regalías por su vacuna contra el coronavirus si las patentes se mantienen, pero recoge asimismo las declaraciones de un experto que sugiere un acuerdo entre ambas.
Dennis Ding, analista y asociado senior de Jefferies, firma de asesoramiento financiero, señala que es posible una demanda por infracción de patentes, pero el proceso podría prolongarse durante años, y apunta a que Arbutus probablemente se conformaría con una compensación económica.
“Cuando se piensa en la oportunidad de ingresos de la vacuna, entre 10.000 y 20.000 millones de dólares anuales [entre unos 9.000 y 18.000 millones de euros], un pequeño canon de un solo dígito [en miles de millones] es irrelevante para Moderna”, explica.
Moderna también está involucrada en un largo conflicto de patentes con los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que sostienen que 3 científicos suyos ayudaron a diseñar la secuencia genética utilizada en la vacuna de Moderna y deberían figurar en la solicitud de patente, añade Reuters.