El laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford realizan un estudio clínico tendente a desarrollar una “nueva versión” de su vacuna contra la variante delta del Covid-19 y crear un anticuerpo monoclonal para personas con elevado riesgo de respuesta inadecuada a la inmunización.

En la videoconferencia Las vacunas salvan vidas, Alberto Hegewisch, director médico de la farmacéutica, expuso que con la Universidad de Oxford (su socio en el desarrollo del biológico anti-Covid) inició en julio “un estudio clínico para evaluar la seguridad y eficacia de la misma vacuna, con ciertas modificaciones genéticas, basadas en la variante delta.

“Se espera que esta nueva versión de la vacuna sea aún más eficaz y reduzca la resistencia que se ha observado en algunos estudios. Si los análisis son satisfactorios –confiamos en que así será–, la producción posterior será a partir de esta nueva versión de la vacuna”.

El infectólogo Alejandro Macías acotó que aunque las variantes existentes “no son el virus fundacional, las vacunas que tenemos actualmente siguen funcionando y evitando enfermedad grave y muerte”. No obstante, “se van a tener que modificar para hacerse de acuerdo con las variantes circulantes”.

Añadió que debido a que el virus del Covid-19 muta a menor velocidad que el de la influenza, no sería necesario una vacunación anual; posiblemente tendría que ser cada lustro, pero ello dependerá de la evidencia. Expuso que es probable que los antígenos de una dosis deban tener una segunda administración.

Carlos O’Quinn, gerente del área de vacunas y enfermedades infecciosas, describió que AstraZeneca realiza un estudio fase III de anticuerpos monoclonales de larga duración anticoronavirus. Es el compuesto AZD7442, una combinación de tixagevimab y cilgavimab, que demostró una reducción de 77 por ciento en el riesgo de respuesta inadecuada a la inmunización o de padecer la infección.

El estudio se realiza en 5 mil 197 personas, y los “resultados son muy prometedores. Los anticuerpos monoclonales son una opción eficaz para la prevención del Covid-19, principalmente en personas con alto riesgo de progresión, con enfermedades hematoncológicas o un sistema inmunológico suprimido. Éstos reducen la carga viral, el riesgo de hospitalización y muerte y son eficaces para variantes de preocupación”.

Rodrigo Romero, coordinador de la Asociación Mexicana de Vacunología, indicó que esta crisis sanitaria “nos debe enseñar que debemos seguir invirtiendo en vacunas para responder rápidamente en la siguiente pandemia y enfermedad”.

Aseguró que “lo único que algún momento nos puede regresar a la vida normal” son los biológicos, pero debido a la información falsa, todavía hay personas que se niegan a inmunizarse.

Los principales motivos de la indecisión en México son “la preocupación por los efectos secundarios; quieren esperar a ver si es segura y no están seguros de que funcionen”.

El laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford realizan un estudio clínico tendente a desarrollar una “nueva versión” de su vacuna contra la variante delta del Covid-19 y crear un anticuerpo monoclonal para personas con elevado riesgo de respuesta inadecuada a la inmunización.

En la videoconferencia Las vacunas salvan vidas, Alberto Hegewisch, director médico de la farmacéutica, expuso que con la Universidad de Oxford (su socio en el desarrollo del biológico anti-Covid) inició en julio “un estudio clínico para evaluar la seguridad y eficacia de la misma vacuna, con ciertas modificaciones genéticas, basadas en la variante delta.

“Se espera que esta nueva versión de la vacuna sea aún más eficaz y reduzca la resistencia que se ha observado en algunos estudios. Si los análisis son satisfactorios –confiamos en que así será–, la producción posterior será a partir de esta nueva versión de la vacuna”.

El infectólogo Alejandro Macías acotó que aunque las variantes existentes “no son el virus fundacional, las vacunas que tenemos actualmente siguen funcionando y evitando enfermedad grave y muerte”. No obstante, “se van a tener que modificar para hacerse de acuerdo con las variantes circulantes”.

Añadió que debido a que el virus del Covid-19 muta a menor velocidad que el de la influenza, no sería necesario una vacunación anual; posiblemente tendría que ser cada lustro, pero ello dependerá de la evidencia. Expuso que es probable que los antígenos de una dosis deban tener una segunda administración.

Carlos O’Quinn, gerente del área de vacunas y enfermedades infecciosas, describió que AstraZeneca realiza un estudio fase III de anticuerpos monoclonales de larga duración anticoronavirus. Es el compuesto AZD7442, una combinación de tixagevimab y cilgavimab, que demostró una reducción de 77 por ciento en el riesgo de respuesta inadecuada a la inmunización o de padecer la infección.

El estudio se realiza en 5 mil 197 personas, y los “resultados son muy prometedores. Los anticuerpos monoclonales son una opción eficaz para la prevención del Covid-19, principalmente en personas con alto riesgo de progresión, con enfermedades hematoncológicas o un sistema inmunológico suprimido. Éstos reducen la carga viral, el riesgo de hospitalización y muerte y son eficaces para variantes de preocupación”.

Rodrigo Romero, coordinador de la Asociación Mexicana de Vacunología, indicó que esta crisis sanitaria “nos debe enseñar que debemos seguir invirtiendo en vacunas para responder rápidamente en la siguiente pandemia y enfermedad”.

Aseguró que “lo único que algún momento nos puede regresar a la vida normal” son los biológicos, pero debido a la información falsa, todavía hay personas que se niegan a inmunizarse.

Los principales motivos de la indecisión en México son “la preocupación por los efectos secundarios; quieren esperar a ver si es segura y no están seguros de que funcionen”.