Lisa Friedman yJohn Schwartz
NYT

 

Peatones tratando de escapar por la carretera interestatal 610 mientras el huracán Harvey inundaba la ciudad de Houston, el domingo 27 de agosto de 2017. Credit Alyssa Schukar para The New York Times

Los científicos dicen que los efectos del huracán Harvey empeoraron debido a una confluencia crítica de eventos meteorológicos: aguas cálidas en el golfo de México que intensificaron las lluvias y falta de viento en la atmósfera superior que pudiera haber alejado al meteoro del territorio continental.

Para empeorar la situación, según Hal Needham, un experto en marejadas ciclónicas y fundador de la empresa privada Marine Weather & Climate, de Galveston, Texas, la marejada ciclónica se elevó por encima de la bahía de Galveston, causando el bloqueo del drenaje de la lluvia que afectó a las zonas costeras y el territorio continental.

“Una marejada ciclónica de entre medio metro y un metro no habría sido catastrófica”, dijo Needham. “Fueron todos estos factores en conjunto”. Y no ha terminado.

Dennis Feltgen, vocero en Miami del Centro Nacional de Huracanes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, dijo que las lluvias torrenciales continuarán por dos o tres días más, vertiendo entre 38 y 63 centímetros adicionales de lluvia sobre algunas zonas del sureste de Texas. En otras partes se podrían presentar hasta 1,3 metros de lluvia. “Esto no tiene precedentes”, dijo.

No obstante, sí tiene paralelos. J. Marshal Shepherd, director del Programa de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Georgia, dijo que Harvey se parece mucho a Allison, una tormenta tropical que inundó severamente a Houston en 2001 porque permaneció sobre la ciudad y eso aumentó las precipitaciones a niveles extraordinarios.

“De alguna manera, creo que este evento sobrepasará por mucho lo que vimos con la tormenta tropical Allison”, dijo Shepherd. La atmósfera no está ayudando a empujarla a otra parte. “Las corrientes de dirección que normalmente la sacarían de esa zona son inexistentes”, dijo.

Los huracanes son esencialmente grandes máquinas climáticas alimentadas por las aguas cálidas del océano debajo de ellos.

La alucinante cantidad de lluvias durante Harvey es resultado de la tormenta ubicada en el golfo de México y continúa ganando humedad directamente de ella. Debido a la orientación de la tormenta, dijo Shepherd, “tenemos este flujo de vapor de humedad precipitándose sobre la región de Houston”, mientras que esa humedad es constantemente abastecida por el golfo. “Esto podría convertirse en el peor desastre por inundación en la historia de Estados Unidos”.

Con el paso del tiempo, los científicos han podido relacionar cada vez más ciertos eventos meteorológicos extremos con el cambio climático pero, en lo que respecta a los huracanes, suelen decir dicen que aún existe mucho desconocimiento. Sin embargo, lo que está claro es que el incremento de las temperaturas mundiales calienta los mares, lo que causa que se evapore más agua hacia la atmósfera.

A su vez, la acumulación de humedad contribuye al incremento mundial de precipitaciones extremas, dijo Kenneth Kunkel, un investigador del Instituto de Estudios del Clima de Carolina del Norte. Incluso si el cambio climático no fuera un factor, dijo Kunkel, los océanos normalmente son cálidos durante esta época del año. No obstante, precisa que últimamente el golfo de México ha estado más cálido que su temperatura promedio, y lo más seguro es que eso contribuya a generar estas lluvias.

Varios científicos subrayaron que a pesar de que el daño del huracán Harvey es implacable, no es inesperado. Los meteorólogos anticipaban que una tormenta con muchísima agua se instalaría sobre Houston durante un largo periodo. “Sincera y desafortunadamente, esto está evolucionando exactamente como lo pensamos hace varios días”, dijo Shepherd.

Señaló que se preocupó al ver muestras públicas de alivio cuando se anunció que la tormenta se había degradado de la categoría cuatro a tormenta tropical. Mencionó que el cambio de la terminología técnica pudo haber confundido a la gente y haber llevado a los funcionarios oficiales a perder el enfoque en la amenaza de un evento de lluvia por muchos días.

“Siempre hubo una secuencia de dos impactos en esta tormenta en particular y siempre nos preocupamos más por el segundo golpe que es la lluvia”, dijo Shepherd. “Una vez que llegó, la gente como yo dijo: ‘Bien, esto solo es el comienzo’”.

Distintos modelos predicen diferentes aspectos de las tormentas. Rick Luettich es director del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Carolina del Norte y es uno de los principales desarrolladores de los programas computacionales ADCIRC que pueden usarse para predecirlas. Los cálculos del viernes para Harvey sugerían una marejada de 2,4 a 3 metros en las zonas costeras, con hasta 3,6 metros en algunos de los estuarios costeros más bajos.

Sin embargo, lo que ha causado mayores destrozos son las intensas lluvias sobre el área de Houston. Con estas, que cada vez son más abundantes debido al cambio climático, Luettich y sus colaboradores están tratando de añadir los cálculos de las precipitaciones al modelo de predicción de marejada costera.

“Cuando se empapa o ahoga, a la gente no le importa si el agua era dulce o salada”, dijo el experto.