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EE.UU. se ha adelantado al presente y la ilusión que está creando acerca del gas de esquisto es un farol. Sin embargo, toda esta mentira fue ideada inicialmente para afectar los precios del gas, explica el director del Instituto de Geoquímica de Rusia.
Hoy en día los precios mundiales del gas son mucho más altos que el costo de su producción, que es menos de 50 dólares por cada 1.000 metros cúbicos, mientras que el gas se vende a un precio superior a 300 dólares. «En estas circunstancias, sigue siendo rentable producir el gas de esquisto con el costo de producción de 150-200 dólares por 1.000 metros cúbicos», afirma el académico Erik Galimov, citado por el diario ‘Izvestia’.
«De hecho, la transición a esta etapa final de la industria del petróleo y el gas aún no ha llegado. Pero los estadounidenses utilizan hábilmente la situación creada. Esto les ayuda a seguir extrayendo hidrocarburos en su país», dice Galimov.
Por otra parte, por razones políticas, tratan de imponer sus ideas a los países europeos, haciendo caso omiso de los riesgos ambientales que se presentan en las zonas pobladas, afirma el director del Instituto de Geoquímica de Rusia.
Recuerda que a finales de los años 1980, EE.UU. dio un duro golpe económico a la Unión Soviética, logrando hacer caer los precios del petróleo en el mundo. «Ahora podemos hacer lo mismo con EE.UU., haciendo caer los precios del gas. No por despecho, sino por geopolítica. Con el precio del gas por debajo de 200 dólares por 1.000 metros cúbicos la industria del gas de esquisto de EE.UU. irá a la quiebra», propone el académico ruso.