Yásser Gómez Carbajal
Mariátegui. La revista de las ideas entrevistó en Buenos Aires a Tamara Perelmuter militante de Marea Popular y docente de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien además conduce una columna radial en el programa Llévalo Puesto de FM La Tribu.
Támara nos explica el proceso del ingreso de la soja transgénica, la influencia de la Revolución Verde, de cómo en la década de los noventa llegó la desregulación neoliberal al campo, también la afectación a la ganadería y a la agricultura y la lucha por la tierra de los empresarios soyeros que asesinan campesinos. Así como las políticas de Estado que han consolidado el modelo sojero en las últimas décadas.
– ¿Cuándo y cómo se inicia el ingreso de la soja a la Argentina? Y todo este proceso que terminó con la legalización el año 1996…
-La soja en Argentina en realidad es un cultivo que no existía de manera tradicional, este no es un país donde la soja haya sido un cultivo, parte de la dieta, ni parte de los cultivos tradicionales. Argentina como se la conoce históricamente como granero del mundo pero básicamente asociada a trigo, fundamentalmente y a algo de maíz y girasol.
El proceso de inserción de la soja convencional, digamos la soja no transgénica, se da más o menos en los años ochenta como parte del paquete o del proceso de lo que se conoció como la revolución verde.
Revolución Verde
– La revolución verde es, podríamos decir que tiene como mucho de antecedente de este proceso de inserción de los agronegocios, de la revolución biotecnológica, tiene que ver con transformaciones que se dan en el agro, a partir de los años cincuenta.
Y en consonancia con lo que pasaba con las formas de producción más fabriles, que tiene que ver con la inserción de la lógica industrial en el campo.
La puerta de entrada a la revolución verde en América Latina fue México a través del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CYMMIT) y de ciertos organismos del Estado pero fundamentalmente impulsados por los EEUU y la fundación Rockefeller.
Y fue un proceso que se diseminó por América Latina, Asia y África también, pero tuvieron a la India y a México como sus principales pilares pero Argentina también fue importante.
Digamos es el momento donde entraron las semillas híbridas, el paquete tecnológico asociado al uso de híbridas que necesitan de insumos externos para poder producir de la manera en que esperan que produzcan, entonces se empiezan a introducir muy fuertemente los agroquímicos, los fertilizantes, cierta maquinaria, cierta forma de producción asociada a la siembra directa.
Como que empieza a haber muchos cambios en el agro y en Argentina tuvo su momento importante en 1956 con la creación del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), otro momento importante fue durante la dictadura militar con la aplicación del paquete de los híbridos, pero tiene otro punto importante en los ochenta con la entrada de la soja convencional.
Desregulación del campo
En los noventa, el año 1991 es paradigmático para el campo. Por un lado, se da la desregulación a nivel más general de la economía, y dentro de esta, la traducción que tuvo la desregulación en el campo con la desarticulación de todo el andamiaje legal, que venía sosteniendo cierta forma de producción en el campo y que tiene que ver con la desaparición de la Junta Nacional de Granos, de la Junta Nacional de Carnes, de la yerba mate, del azúcar, el té, el algodón, la vid (vino), que tenía que ver con ciertos organismos del Estado, que lo que hacían era regular los precios de los alimentos o de las producciones.
En 1991 se desarticula esto, pero digamos uno no podría decir que el Estado desaparece sino que el Estado lo que hace es, en realidad modificar o transformar su función y su forma de articularse o insertarse en el agro.
Ese mismo año se crea la CONABIA (Comisión Nacional de Biotecnología Agropecuaria), que es el organismo del Estado que se encarga de la aprobación y de la liberalización de las diversas semillas transgénicas.
Ingreso de la soja transgénica
Y en 1991 además se aprueba como experimentación la soja transgénica que, los transgénicos son, cultivos a los cuales a través de ingeniería genética lo que se les hace es introducirles un gen con alguna propiedad particular.
En el caso de la soja RR (resistente al roundac que es la marca del lifosato) que es la primera soja que se aprueba, lo que hace la soja transgénica es ser básicamente resistente al lifosato. Uno tira el lifosato, mata todo lo que hay, menos la soja transgénica.
Que por esa modificación genética que tiene es resistente al uso del lifosato, lo que hace el lifosato es matar todas las malezas de mínima, todo lo que sea vida que este cerca también.
Esto en 1996 en realidad se aprueba para comercialización, es el primer país en América Latina en aprobarlo, lo hace en el mismo año que los EEUU.
A partir de ese momento Monsanto no patento la soja en Argentina, hay diversas teorías de porque eso no ocurrió, la teoría que me resulta más convincente es que en realidad no lo hizo porque de esa manera, le resultó mucha más barato y más fácil poder hacer la inserción masiva.
En ese momento Monsanto en realidad las mayores ganancias las obtenía a través del lifosato que si lo tenía patentado y Argentina fue la puerta de entrada a la soja transgénica al resto de América del Sur, entra de manera legal a Argentina se disemina masivamente y en muy pocos años. Y empieza a entrar de manera ilegal a Paraguay, Brasil, Bolivia y a otros países.
En un primer momento la soja entra a la zona núcleo, que es la zona pampeana, la más fértil de la Argentina, ahí lo que hace básicamente es desplazar.
– ¿Cómo ha afectado el ingreso de la soja a los sembríos y a la ganadería?
Afectación a la ganadería y agricultura
– Hoy casi el 55% de la superficie producida en la Argentina está con soja transgénica, eso significa que la soja tuvo que avanzar sobre algo.
En un primer momento su entrada estaba en la región pampeana, la zona más fértil de Argentina que decía que estaba fundamentalmente orientada a la producción de trigo, girasol y de ganadería, que es la provincia de Buenos Aires, La Pampa, el sur de Santa Fe, el sur de Entre Ríos, el noreste de la provincia de Córdoba.
En un primer momento el gran corrimiento de la frontera sojera empezó a desplazar la ganadería hacia tierras menos fértiles, menos productivas, se empezó a utilizar fuertemente los hip lots, que son una forma de engorde por corral de la ganadería, lo cual también tuvo una incidencia bastante importante en la producción lechera.
Porque también lo que disminuyeron además de la cantidad concreta de cabezas de ganado lo hicieron los tambos (donde se produce leche) se empiezan a fundir los pequeños tambos, hoy lo que queda en su gran mayoría son sus grandes tambos.
Lo cual hace obviamente que suba el precio de la carne y de la leche, que son elementos irreemplazables en la dieta básica de los argentinos.
En un segundo momento posterior a la devaluación en el 2002, la soja empieza a avanzar sobre lo que se conoce como la zona extra pampeana, básicamente avanza sobre norte y noroeste que son: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa.
En este caso eran provincias no dedicadas a la producción de cereales sino de otro tipo de producciones, en general orientadas al mercado local o a los mercados regionales y al abastecimiento del mercado interno.
Y la soja empieza a avanzar sobre otras producciones como algodón, azúcar, yerba mate, frutales, cítricos, hortalizas y en algunas provincias sobre bosques, montes nativos y comunidades.
Lucha por la tierra
Digamos el problema de los desalojos y de la lucha por la tierra en la Argentina y es un problema que es muy anterior a la soja pero que en realidad se recrudece con la reinserción de la soja.
Porque en realidad lo que empieza a pasar es que, las comunidades indígenas- campesinas estaban asentadas sobre tierras en algún momento consideradas improductivas para el mercado capitalista con obviamente, una forma de tenencia de la tierra precaria, que es la constante digamos de todas las comunidades en la Argentina.
Pero al ser zonas consideradas improductivas nadie las reclamaba, lo que empieza a pasar es que, estas tierras empiezan a ser productivas para el cultivo de soja, entonces ya no son innecesarias para la producción capitalista.
Entonces, la producción de la frontera sojera empieza a avanzar sobre comunidades lo cual hace que en los últimos años la lucha por la tierra se haya recrudecido hasta el caso de asesinatos.
Los dos más recientes son el de Cristian Ferreyra el 2011 y el de Miguel Galván el 2012, ambos militantes del MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero).
Y ambos asesinados por sicarios de empresarios sojeros. Digamos hay lugares donde hay disputas por la tierra que está llevando a esto, a situaciones bastante conflictivas hasta asesinatos.
– Los últimos gobiernos nacionales ¿Qué políticas han tenido desde el Estado para enfrentar o para consolidar el modelo sojero?
Referente del Neoliberalismo en el campo
– Básicamente ha aumentado, si nosotros miramos… es importante decir que la soja en realidad es un componente, es el emergente de un modelo, el problema no es la soja en si, no es un problema del modelo de la soja como tal, podría ser otro cultivo.
En otros países el problema no es con la soja, sino con el maíz, la consa o cualquier otro cultivo, el problema tiene que ver con los transgénicos como parte de un modelo, me parece importante remarcar esto, que los transgénicos en la Argentina o la soja transgénica en particular es la forma en principio en los noventa en la que se expresó el neoliberalismo en el campo.
Digamos asociado a todas las características del neoliberalismo, a la desregulación a la reinserción del mercado financiero, la desarticulación de los lazos sociales, el rol de las empresas privadas en su gran mayoría transnacionales.
Y ahora digamos, es la forma en que se expresa también la discusión respecto del modelo extractivo y el rol de América Latina en tanto exportadora de materia prima de la naturaleza en general, de bienes comunes transformados en mercancías.
Un Estado que consolida el modelo sojero
El Estado argentino desde el menemismo hasta hoy ha sido –con sus diferencias internas- ha ayudado a la consolidación de este modelo.
El kirchnerismo tiene varias medidas que apuntan a la consolidación de esta.
Por un lado, la liberalización de un montón de semillas transgénicas, si uno mira el cuadro que está en la página del ministerio (ver aquí) con todas las semillas que ya han sido liberalizadas, uno puede ver que hasta el 2001 lo que hay es 7 semillas y a partir del 2004 digamos ya con el kirchnerismo en el gobierno hay como 20 liberalizaciones más.
Lo cual, digamos la política de favorecer y de afianzar la cuestión de los transgénicos y de los agro negocios asociados a los transgénicos, basta mirar el cuadro de las semillas para darse cuenta.
Y después hubo una serie de políticas, la primera tuvo que ver con la aprobación de la Ley de los Biocombustibles, denominada agro combustibles por las organizaciones sociales, que básicamente en Argentina el principal agrocombustible que se usa es el biodiesel que se suma a la soja transgénica.
Lo cual también apunta a que digamos si es que vos tienes que cumplir con diversos requisitos en el corte del uso de biodiesel vas a necesitar la utilización de tierras con soja transgénica.
Después en el año 2010 la elaboración del PEA (Programa Estratégico Agroalimentario) que lo que marca es de que aquí al 2015 la producción de granos en general y de soja en particular tiende a la duplicación, digamos es un plan que se fijó metas respecto a la cuestión agraria y agro alimentaria y la principal meta es el crecimiento de la producción y la comercialización de soja.
Entonces, básicamente ese plan es el rumbo y el norte de la producción argentina está asignado por, digamos no da ninguna demostración de otro tipo de políticas.
Ahora sí aparece la agricultura familiar en el PEA, si uno lo lee aparece todo pero aparece en un lugar totalmente subsidiario, el mismo lugar subsidiario que tiene hoy la agricultura familiar en el Ministerio de Agricultura, porque el presupuesto que maneja este es ínfimo.
En su gran mayoría hoy las políticas no están destinadas a pensar ni en un proceso ni de transición que tienda a pensar la necesidad de desojizar a la Argentina ni mucho menos, más allá de la retórica que puedan tener algunos funcionarios.
Por ejemplo, este año se aprobó la entrada de Monsanto a la provincia de Córdoba con la planta experimental más grande del mundo, se aprobó la liberalización de una nueva soja , que es la soja RR2 que ya no sólo es resistente a lifosato sino también a los insectos y se supone que será un 11% más productiva.
Y finalmente se empezó a discutir la modificación de la Ley de Semillas que es una ley que lo que hace es regular todo lo que tiene que ver con producción y comercialización de semillas en general, no sólo transgénicas pero además tiene que ver con la discusión de la propiedad intelectual de las semillas.
Todo eso es lo que marca digamos hacia a donde está mirando el Estado Nacional.
Sería muy ingenuo decir que sería un proceso totalmente lineal, en realidad se suponía que la ley se tenía que modificar a fines del 2012 y esto no pasó, básicamente por problemas internos del gobierno porque está teniendo diversas tensiones, sobre todo entre el Ministerio de Agricultura y la Subsecretaría de Agricultura Familiar.
Y esto está llevando a que haya como algunas tensiones pero de todas maneras las tensiones están pero el presupuesto de agricultura es claro hacia donde está orientado, incluso ciertos personajes alrededor del gobierno los está empezando a molestar en este camino.
Me parece que el camino está claro pero obviamente no es lineal y uno no puede decir que todo el mundo al interior del gobierno piensa lo mismo porque sería una lectura simplista.
No hay nada que demuestre que el rumbo se va a torcer, por ahora es lo que tenemos.
* Yásser Gómez Carbajal. Periodista. Editor de Mariátegui. La revista de las ideas.