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Hasta 1968, el capital extranjero dominaba la producción minera, vía la corrupción de funcionarios del más alto nivel del estado; al igual que hoy, dictaba las normas y formas de la explotación minera. Actualmente el Perú, por obra y gracia de mal llamados peruanos como los Benavides, Montesinos, el Japonés Alberto Fujimori, Toledo, Alan García, ha sido convertido nuevamente en primario exportador; siguiendo el inhumano modelo neoliberal que tiene dos puntas de lanza: la reprimarización de la economía y la precarización del empleo, generando trabajadores primarios, «cholo barato», mineros de socavón.

El 3 de octubre del año 1968, nace en la política nacional el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, liderada por el General Juan Velasco Alvarado; quien visionariamente moderniza el aparato productivo nacional, ya que hasta ese entonces no producíamos ni agujas. Desde el punto de vista de la economía éramos un país agrario feudal con un capitalismo incipiente, dominados por los barones del algodón, el azúcar y por los empresarios mineros. Como hoy, nos ubicábamos en los listados de los países exportadores de materias primas.

Del 3 de octubre de 1968 a Setiembre del año 1975, es decir, en solo 7 años el Perú recupero soberanía sobre todos los sectores estratégicos de la economía como: agricultura, pesquería, minería, hidrocarburos, comunicaciones; se crearon grandes plantas para el procesamiento industrial de los productos primarios como siderurgia (acero laminado y fierro para construcción), laminado de cobre, planta de craqueo catalítico (para la producción de gasolina, kerosene y aceites), planta de fertilizantes (para la producción de urea y negro de humo), látex para pinturas; grandes plantas de ensamblaje como Thompson para carrocerías de ómnibuses y Albatros con fibra de vidrio, plantas para la producción de los tractores andinos y motocicletas Zeta, Moraveco en la línea de producción de electrodomésticos diversos. Es decir, con el general Velasco comenzamos a transitar por las autopistas del desarrollo; proceso truncado traicioneramente por políticos venales, una burguesía nacional vendepatria y su instrumento Francisco Morales Bermúdez; quienes operaban en comunión con la CIA a través de la Embajada de EE.UU.

El error fundamental del General Velasco, influenciado por militares derechistas, sancho pancistas y asesores infiltrados, fue el celo a las organizaciones políticas del pueblo, no crear una organización política alternativa propulsora de la unidad y no crear el SINAMOS como reemplazo, donde los funcionarios solo eran revolucionarios mientras gozaban de sueldazos; faltó comprender que los combatientes por las causas populares están en todos los rincones del país, dispuestos a dar todo por la patria, por un Perú libre, soberano y digno; como los de Espinar-Cuzco, Cajamarca, Huancavelica, Arequipa, Ayacucho y la Amazonia.

¿Por qué es importante la soberanía nacional, sobre los recursos estratégicos? Su importancia radica en que las minas, los hidrocarburos, las comunicaciones, pesquería, plantas transformadoras de materias primas, etc., gestionadas por el Estado o el estado asociado con el sector privado -pero siempre con la participación directa del estado- permite a un país su óptimo desarrollo con inclusión social, afrontar exitosamente las responsabilidades de estado como son salud, educación, vivienda, soberanía alimentaria, dignificar la atención a la juventud, niñez, ancianidad y mujeres en abandono. Solo así el estado puede financiar las aéreas descritas. Como registra la historia, no existe un solo país capitalista que pueda exhibir logros de carácter social, cuando los recursos estratégicos de un país están en manos privadas como en el Perú. La empresa privada ha demostrado su incapacidad para una distribución equitativa de la riqueza y menos aún de la inclusión social; pues los ata el distintivo del capitalismo, que es el afán de lucro y la acumulación desmedida de riqueza a cualquier precio. Por el modelo económico capitalista, el empresario privado realiza de ida y vuelta el endeudamiento perpetuo (el banco endeuda al empresario, el empresario endeuda a su cadena de distribución, este endeuda al comerciante minorista, el minorista al usuario final; y, el banco al usuario) y el crecimiento perpetuo de la economía, que trae como consecuencia la quema indiscriminada de los recursos naturales finitos; que imposibilita la aplicación de un modelo económico distributivo, equitativo y sustentable.

Lo demuestran países como China, Rusia, Noruega, Suecia, Venezuela, Finlandia, Bielorrusia,…, en donde el estado que controla sus recursos naturales y evalúa la gestión de sus empresas mediante la productividad y eficiencia estas arrojan rentabilidad económica y social; única forma de evitar que se conviertan en empresas estatales que sirvan de botín a los políticos de turno en el gobierno. El estado debe establecer un marco normativo con penas muy severas para funcionarios que efectúen una gestión deficiente y dolosa. La labor gerencial necesariamente debe proyectar y lograr resultados medibles en términos económicos; las pérdidas únicamente se justifican por desastres naturales, siniestros o inviabilidad.

El impulso esencial del programa de desarrollo de Velasco era pasar de una economía de laissez faire a otra mixta y reemplazar la estrategia de desarrollo impulsada por las exportaciones por una industrialización por sustitución de importaciones.(2)

Cuando las demás empresas, que no estaban de acuerdo con las nuevas condiciones se retrajeron en sus compromisos de inversión y se negaron a explotar los nuevos depósitos del sur se decidió dar por finalizada su concesión. Con ello se dio inicio a una serie de expropiaciones como la ITT en 1969, la Peruvian Corporation y la refinería de Conchan en 1972, la cerro Corporation en 1974, que paso a llamarse Centromin y la Marcona Minning Company en 1975.

Estas empresas pasaron a ser estatizadas y administradas por Mineroperú, compañía estatal creada con la ley de minería de 1970, ampliada en 1971 con la ley general de minería, la cual se encargaba de comercializar la producción de minerales en el mercado internacional y de explotar los nuevos depósitos tal como lo menciona en su discurso presidencial del 28 de julio de 1971.

«La Ley General de Minería consagra el derecho preeminente del Estado sobre todos los recursos mineros del país. Por primera vez se asume el control efectivo de los cuantiosos recursos mineros y se reserva la refinación de los metales y la comercialización de los productos. Asimismo, la ley establece que los recursos minerales no pueden permanecer indefinidamente inexplotados mediante el tradicional sistema de pago de un simple canon territorial. Ahora, las empresas mineras están obligadas a invertir en las fases de exploración, preparación e iniciación de la producción de las minas, etapas para las cuales la ley establece límites de tiempo muy precisos en relación con los volúmenes de mineral de cada yacimiento. De este modo, las minas no podrán ser mantenidas improductivas por las empresas que solían guardarlas como reserva de acuerdo a su interés particular”.

La ley establece que la actividad empresarial del Estado es factor esencial en el desarrollo de la industria minera; principio que sustenta la creación de Minero Perú como la gran empresa estatal de minería, así como el establecimiento de las normas que habrán de regir las empresas, en las que el Estado participará en concurrencia con el sector privado»(3)

Ollanta Humala Tasso, que procede de las canteras de las FFAA de Miguel Grau, Francisco Bolognesi, José Quiñones Gonzáles y Juan Velazco Alvarado (símbolos imperecederos de heroísmo, dignidad y soberanía) debería honrar la palabra empeñada en la campaña electoral; el pueblo le dio mayoritariamente su apoyo en las elecciones pasadas por que lo veía como auténtico nacionalista y que podía cumplir con los anhelos del pueblo peruano tantas veces traicionado. El comportamiento OH en el gobierno es totalmente opuesto al del pueblo, es pro empresario con ministros al 100% neoliberales; la corrupción continua por ello recurre a la represión para ocultar los negociados.