El Polvorín

 

El Tribunal Europeo de Justicia decidirá sobre la presencia de polen transgénico en la miel


El Tribunal Europeo de Justicia decidirá el martes 6 de septiembre sobre las implicaciones de la presencia de polen de cultivos transgénicos en la miel. La decisión del Tribunal puede tener graves consecuencias para el sector apícola en España, único país de la Unión Europea que cultiva transgénicos a gran escala. Consecuencias como la imposibilidad de comercializar la producción contaminada o la necesidad de su etiquetado como transgénica, lo que supondría una grave pérdida de mercados.

El fallo del Tribunal se producirá a raíz de la denuncia de un apicultor alemán que se vio obligado a destruir su producción al encontrarse en ella polen de maíz transgénico, cuya presencia no está autorizada en la miel. Esta sentencia afectará especialmente a los apicultores españoles, ya que en España se cultivan en torno a 70.000 hectáreas de maíz transgénico cada año, y se realizan casi la mitad de los experimentos al aire libre con transgénicos de la Unión Europea.

“La situación que pueden afrontar los productores de miel en España es otra gravísima consecuencia del cultivo de transgénicos. No es justo que los apicultores puedan terminar pagando por la nefasta política del Gobierno en esta materia durante los últimos años. Son estas empresas y el Gobierno los responsables de la situación actual, y tienen que asumir las posibles consecuencias económicas” afirmó David Sánchez, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra.

El fallo del tribunal será clave en la futura regulación de los cultivos transgénicos, tanto en lo que respecta al etiquetado, como a la hora de definir quien asume la responsabilidad por contaminación o para marcar las distancias que separen los cultivos transgénicos de los convencionales y ecológicos, así como la distancia con las colmenas. Si el Tribunal sigue las recomendaciones del Abogado General, en la línea de proteger los derechos de consumidores y apicultores, las medidas necesarias para evitar la contaminación complicarían el cultivo de transgénicos en Europa.

“El Gobierno debe elegir entre seguir apoyando los intereses de multinacionales como Monsanto o proteger el sector apícola español. Y la única manera real que hay de evitar estas graves consecuencias es prohibir el cultivo de transgénicos en España” añadió Sánchez.