sa, dpa, EFE

Mientras los habitantes de Japón sufrían un nuevo sismo, en Centroamérica y varios países de América del Sur decretaban el estado de excepción. En los EE UU extremaron las medidas, pero cientos de surfistas salieron al mar.

Una hora después del sismo y el tsunami, la agencia espacial japonesa activó el sistema mundial de agencias espaciales para los grandes desastres (International Charter Space and Mayor Disasters). Eso quiere decir que 14 agencias del mundo pusieron a disposición de la emergencia sus satélites de observación de la Tierra y proporcionan los datos libre y gratuitamente.
En tanto, el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico alertaba de riesgo a Japón, Rusia, Filipinas, las islas Marianas, Guam, Taiwán, las Islas Marshall, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Micronesia, Hawai (EE UU), la costa oeste americana, Nueva Zelanda y Australia.
Ayer, México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras, Chile, Ecuador, Colombia y Perú esperaban la llegada del tsunami, que avanzaba a 800 kilómetros por hora.

 

Las autoridades decretaron el estado de excepción en todos los países centroamericanos, paralizando la actividad portuaria y realizando el desalojo de las zonas costeras.
Mientras esta mañana, los habitantes de la provincia de Nagano, Japón, sufrían un temblor de 6,6 en la escala de Richter, y se desataban varios incendios, la Polinesia Francesa levantó parcialmente el alerta roja, a excepción de las Islas Marquesas, donde se registraron olas de tres metros de altura.
En los Estados Unidos, las autoridades mantienen de momento la alerta de tsunami desde los estados de Oregón a California, según dijo Laura Furgione, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (ver recuadro). El alerta produjo evacuaciones en varias zonas desde Alaska hasta Oregón, y en algunas localidades se reportaron incidentes en estaciones de servicio y problemas de tráfico.
El tsunami, que pasó por Hawaii en la madrugada, no causó serios daños aunque se detectaron olas de dos metros en la isla de Mai. Las autoridades de Newport Beach, California, cancelaron las clases en varias escuelas y pidieron a los residentes a través de un llamado telefónico grabado a las cuatro de la mañana que se levantaran temprano ante un alerta. Los guardacostas desalojaron las playas desde las siete de la mañana y distribuyeron folletos con consejos sobre cómo sobrevivir en caso de un tsunami. Los surfistas se negaron a salir del agua, por lo que se emitió una advertencia sobre posibles multas.
En Perú, se restringió el acceso al mar, mientras que en todos los puntos costeros del Ecuador se pusieron en marcha medidas de precaución y evacuación ante la posible llegada de un tsunami derivado del terremoto en Japón