The Independent
Los mejores esfuerzos del mundo por combatir el cambio climático probablemente no ofrecerán más que una posibilidad del 50% de mantener los aumentos de temperatura por debajo del umbral del desastre, según una investigación de la UK Met Office.
El objetivo clave, que es mantener el incremento esperado en 2 ºC, más allá del cuál el daño en el mundo natural y la sociedad humana podría ser catastrófico, está lejos de asegurarse, sugiere la investigación, incluso aunque todos los países se impliquen ahora mismo en un programa de choque radical y enorme para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: cuando dicho programa no está garantizado.
La espeluznante predicción del modelo climático por superordenador del Hadley Centre for Climate Prediction and Research de la Met Office proporcionará una enérgica llamada de atención a los gobiernos de todo el mundo, que dentro de tres semanas empezarán a negociar formalmente el nuevo tratado internacional para abordar el cambio climático en tres semanas a contar desde hoy, que debe ser firmado en Copenhague en el mes de diciembre.
El tratado, que debe sustituir al Protocolo de Kyoto de 199, es considerado ampliamente como el Salón de la Última Oportunidad para que la comunidad de naciones realice una acción efectiva contra la mayor amenaza a la que se ha enfrentado nunca el mundo. Pero la nueva predicción de la Met Office golpea directamente el principio que guía a todos los que buscan un acuerdo efectivo, con la Unión Europea a la cabeza: detener el cambio climático en dos grados centígrados por encima del nivel «preindustrial» (el nivel de la temperatura media del mundo hace doscientos años).
Hoy, la temperatura mundial media está aproximadamente 0,75 ºC por encima del nivel preindustrial, y muchos científicos y políticos aceptan que los nuevos incrementos se deben detener en los 2 ºC para evitar los impactos catastróficos del calentamiento, que van desde la extensión del fallo de la agricultura y la subida del nivel del mar en todo el mundo hasta la extinción de innumerables especies y la fusión irreversible de las grandes capas de hielo del mundo.
Pero la simulación del Hadley Centre indica que incluso si las emisiones globales del dióxido de carbono, el principal de los gases de efecto invernadero que causa el calentamiento, se detuvieran en esa alta tasa, la posibilidades de mantener el incremento de grados en ella no son mejor que las contrarias. El escenario, preparado por el Climate Change Committee de Gran Bretaña, que es la institución que recomienda los “presupuestos” futuros de carbono del Reino Unido, visualiza las emisiones de CO2 llegando a su cumbre en 2015, cayendo luego a una tasa alta del 3% anual, para llegar en 2050 a unas emisiones que estarían un 50% por debajo de las de 1990.
Por el momento, se considera que las emisiones globales están creciendo un 3% cada año, por lo que convertir ese 3% en un recorte del 3% sería una reducción gigantesca de lo que las fábricas y los vehículos a motor están bombeando a la atmósfera. Y eso no es remotamente nada parecido a la tabla de un posible acuerdo de Copenhague, pues si un acuerdo tan ambicioso se lograra, se consideraría como un triunfo.
Pero incluso así, la investigación del Hadley Centre sugiere que las posibilidades de mantener el aumento en 2 ºC para 2100 serían solamente del 50%. Además, las simulaciones sugieren que hay un escenario peor, aproximadamente de un 10% de posibilidades, de que el aumento, a finales de este siglo, incluso con estos recortes drásticos, fuera de 2,8 ºC por encima del nivel preindustrial, lo que nos hace entrar de lleno en el territorio del desastre.
Con cualquier acción que sea más lenta que la del escenario anterior, el resultado más probable es una temperatura final muy superior: y de hecho, el modelo indica que cada 10 años de retraso en detener el crecimiento de las emisiones globales añade otros 0,5 ºC a la cifra más probables de finales de siglo. Por tanto, si las emisiones llegan a su punto culminante en 2025, para empezar a bajar entonces, podemos esperar un crecimiento de 2,6 ºC en 2100; y si la reducción solo empieza en 2035, es probable que la cifra sea del 3,1 ºC, incluso con recortes anuales del 3%.
Estas nuevas cifras sugieren sin ninguna ambigüedad que el mundo se dirige a una calamidad a menos que se realice rápidamente una acción que es mucho más drástica que la que están contemplando actualmente los políticos, y no digamos el público en general.
Si la acción es más lenta o no se realiza, el modelo sugiere que el cambio climático es probable que el cambio climático cause un daño impensable al mundo, en un escenario de “continuar como hasta ahora”, sin emprender acción alguna, incrementándose las emisiones un 100% para 2050, con un crecimiento probable de la temperatura media de fin de siglo del 5,5 y un resultado del peor de los casos posibles del 7,1 ºC, que imposibilitaría la mayor parte de la vida en el planeta. «Incluso con recortes drásticos en las emisiones en los próximos 10 años, nuestros resultados proyectan que solamente habrá un 50% de probabilidades de mantener los aumentos de la temperatura global por debajo de 2 ºC», afirma el doctor Vicky Pope, Director del Climate Change Advice de la Met Office.
«Este escenario idealizado de emisiones se basa en que lleguen a su punto culminante en 2015 y desde ahí cambien de un incremento del 2-3% anual a una reducción del 3%. Por cada 10 años de retraso en esta acción, habrá que añadir 0,5 ºC al crecimiento más probable de la temperatura. Si el mundo no hace las reducciones requeridas, a finales de siglo tendrá que hacer frente a una adaptación no solo de 2 ºC, sino de 4 ºC o más”.
Traducido por Víctor García para Globalízate
http://www.globalizate.org/independent220309.html
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