Seis ciudadanos saharauis en Guelmim sufren un grave deterioro de su estado de salud que ya afecta a su integridad física y mental a causa de la huelga de hambre que llevan a cabo desde hace 57 días para denunciar el saqueo de sus recursos naturales. Se trata de Bariaz Mohamed, 35 años, Ddriss Zagara, 27 años, Eddaowdi Aomar, 25 años, Ahachhach Mohamed, 24años, Abrahim Al Rafiky, 24 años, y Mokhtar Lachhab, 22 años
Los ciudadanos saharauis que iniciaron el pasado 12 de abril de 2011 una huelga de hambre en protesta contra la política de marginación y saqueo de los recursos naturales del Sáhara Occidental han entrado en la fase dónde las catalepsias se repiten cada vez más regularmente, con las graves e irreversibles consecuencias para su salud.
La tarde del domingo 05 de junio 2011, Ahachhach Mohamed (24 años), Ddriss Zagara, (27 años) y Abrahim Al Rafiky, (24 años) sufrieron graves pérdidas de consciencia y fueron trasladados al hospital regional como consecuencia de complicaciones intestinales, y con diversos síntomas, que cómo el resto de sus compañeros, están padeciendo, entre ellos: cardiopatía severa, daños renales, vómitos con sangre, problemas neurológicos, complicaciones respiratorias, atrofias irreversibles
Mientras tanto, organizadas por las familias de los jóvenes huelguistas, se suceden las manifestaciones para denunciar la política de marginación e indiferencia practicada por el estado marroquí contra sus hijos, y envían un grito de desesperación a la comunidad internacional para intervenir inmediatamente y salvar sus vidas antes de que sea demasiado tarde, también hacen un llamamiento a todas las organizaciones de derechos humanos locales e internacionales y a la prensa libre e independiente, que trabaje junto a ellos y de pie a su lado en estas difíciles circunstancias que están padeciendo.
Los manifestantes corearon consignas condenando el estado marroquí por su descarado desprecio por la vida de los jóvenes huelguistas, exigiendo la liberación inmediata de todos los presos políticos saharauis en las cárceles marroquíes y con carteles en inglés denuncian la participación de un grupo de empresas multinacionales en el agotamiento de los recursos naturales del pueblo saharaui mientras financian con sus ingresos la militarización de la región y las violaciones de los derechos humanos de su población, mientras ésta languidece por debajo del umbral de la pobreza y la privación desde hace más de tres décadas, según lo informado por una de las madres de la comisión organizadora, también corearon consignas exigiendo a las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad de la ONU a intervenir inmediatamente para poner fin a las violaciones graves de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y también a las ciudades del sur de Marruecos para que la comunidad internacional acelere la solución que garantice al pueblo saharaui ejercer su derecho a la libre determinación.