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Frente al agobio del poder berlusconiano es una buena noticia el duro revés electoral de la derecha en Milán y Nápoles.
Pese a la ventaja electoral que ha demostrado la centro izquierda  en varias ciudades, no deja de ser preocupante el fuerte apoyo electoral cosechado por el partido de Berlusconi,  superior  algunos casos al    45%.

Así daba la noticia la agencia Europa Press:

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y su partido Pueblo de la Libertad (PDL) han perdido la alcaldía de Milán en segunda vuelta, según los datos aportados por el Ministerio del Interior italiano sobre más del 50 por ciento de los votos escrutados en las elecciones municipales y provinciales celebradas este domingo y lunes.

 

A esta segunda vuelta estaban llamados a las urnas más de seis millones de italianos, que han tenido que elegir un total de 88 ayuntamientos, de los cuales trece son capitales de provincia, entre las que destacan Milán y Nápoles. También se han votado seis presidencias de región.

El candidato del centro izquierda, Giuliano Pisapia, ha vencido en la alcaldía de Milán con un 55,4 por ciento de los votos frente al44,8 por ciento obtenidos por su opositora del centro derecha, Letizia Moratti, cuando se han contado los votos de 1.195 de los1.251 colegios electorales donde los milaneses han sido llamados a las urnas.

Feudo y ciudad natal

Berlusconi pierde así definitivamente la ciudad que se ha considerado como el bastión del centro derecha y de donde además es originario. El centro izquierda gobernará así el Ayuntamiento de Milán, ocupado por el centro derecha en los últimos 20 años.

Sin embargo, Milán no ha sido la única ciudad que ha perdido el partido de Berlusconi. El PDL tampoco ha logrado la alcaldía de Nápoles, donde el candidato del centro derecha, Gianni Lettieri, ha perdido con un 34,8 por ciento de los votos, frente al 65,19 porciento del candidato del centro-izquierda, Luigi de Magistris, cuandose han escrutado un total de 750 de 886 colegios electorales.

Además, el PDL ha perdido también en el Ayuntamiento de Cagliari (sur), donde el candidato del centro izquierda, Massimo Zedda, ha conseguido el 58,2 por ciento de los votos escrutados frente al 41,7 por ciento que ha conseguido Massimo Fantola, candidato del PDL para las elecciones municipales.

También en la ciudad de Trieste, el Partido Democrático, con su candidato Roberto Cosolini, ha conseguido un total del 57,11 porciento de los votos, mientras que el candidato del PDL, Roberto Antonione, ha obtenido tan sólo un 42,89 por ciento.

El ‘Cavaliere’ había previsto estas elecciones como una especie dereferéndum sobre su Gobierno, después de que su imagen política se debilitara ante los cuatro procesos interpuestos por el Tribunal de Milán contra el mandatario.

Berlusconi tiene abiertos cuatro causas: el proceso Mediaset y Mediatrade por fraude fiscal, el juicio Mills por sobornar al abogado David Mills para que testificara a su favor en otro juicio, y el caso Ruby por prostitución de menores y abuso de poder, el cual sacó a la luz las fiestas que el mandatario celebra en sus villas con supuestas prostitutas.

Bondi dimite

Las reacciones a esta derrota no se han hecho esperar. El Ministro de Bienes Culturales, Sandro Bondi, ha decidido dimitir de su cargo de coordinador nacional del PDL, aunque ha asegurado que «el presidente Berlusconi debe recibir la más amplia confianza y solidaridad» y sobre todo «la absoluta e incondicional libertad de decisión y de iniciativa respecto al futuro del partido».

Asimismo, esta nueva derrota podría provocar que el partido aliado del PDL en el Gobierno, la Liga Norte, retire definitivamente su apoyo al mandatario y cree una crisis que obligue a Berlusconi a dimitir. En este sentido, el líder de la Liga, Umberto Bossi, llegó a afirmar que habían perdido Milán en primera vuelta «por culpa del PDL».

Por ello, Berlusconi ha tratado de acercarse con los votantes de la Liga Norte y llegó a asegurar que si Pisapia gobernaba en Milán,l a ciudad se convertiría «en una ciudad islámica». Según dijo la semana pasada, su Ejecutivo «continuará» y se mantendrá «sólido», a pesar de la derrota clamorosa en Milán y Nápoles.