Alberto Salcedo*
De 1 al 17 de junio se celebrará en Ginebra la sesión número 100 de la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT y que tiene en la orden del día la cuestión de la Seguridad Social.
Lo que llama atención y preocupa es que fue invitado el director general del FMI, órgano que viene exigiendo planes de austeridad contra los pueblos en todo el mundo. Un hecho que se suma a la calamitosa declaración conjunta del FMI y la OIT, al término de la Conferencia de Oslo en septiembre de 2010 en que las dos instituciones se ponían de acuerdo en “el papel central de un diálogo social fecundo para conseguir un consenso necesario para abordar el delicado desafío del ajuste que la crisis ha provocado” y se comprometían a “continuar y profundizar su colaboración a fin de apoyar al G20 y su proceso de evaluación mutua de mantener un crecimiento mundial riguroso, duradero y equilibrado”.
¿En qué consiste ese “consenso” y “colaboración”? Según el director general de la Oficina Internacional de Trabajo, Juan Somavía, “necesitamos de una nueva visión de la sociedad” y para lograrla, sería necesario cambiar algunos conceptos en el mundo del trabajo que, aún según el Sr. Somavía, pasan por 3 etapas entre ellas la de “reconocer que el trabajo no es una mercancía”.
Sin embargo, negar que el trabajo sea una mercancía, es negar que los trabajadores no venden su fuerza de trabajo, es negar la lucha de clases y el antagonismo insoluble entre el capital y el trabajo, además de negar la posibilidad de los trabajadores defenderse a partir de sus organizaciones independientes. Es negar la conquista de los acuerdos de la OIT, que la clase obrera logró que fuesen ratificados en las leyes de varios países del mundo.
Así que la política del “consenso” y del “diálogo social” ha servido de estrategia para acompañar las políticas y las “reformas” exigidas por el FMI y Banco Mundial, que ha conducido a la flexibilización de las relaciones de trabajo y salarios, aplicadas por diferentes gobiernos en el mundo.
El Acuerdo Internacional de los Trabajadores y de los Pueblos que ha condenado y rechazado la concepción del director de la OIT y preocupado con que pueda pasar en la OIT, tomó la iniciativa de invitar a los dirigentes sindicales que se oponen a esa política y desean buscar los medios de combatirla a un “Encuentro en defensa de la independencia de los sindicatos y de los convenios de la OIT que el Acuerdo Internacional de los Trabajadores y de los Pueblos” que realizará en Ginebra, el día 4 y 5 de junio. La carta de invitación la reproduzco abajo.
*Alberto Salcedo, miembro de la Comisión Internacional de la UNETE
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Estimados compañeros,
En el momento en que la política de los Estados, en particular en el ámbito social, se ve sometida al dictado de las « agencias de calificación », instrumentos activos del capital financiero parasitario y destructor de las fuerzas productivas, estamos frente a una ofensiva sin precedentes para encorsetar a las organizaciones independientes que son producto de la resistencia de la clase obrera a la explotación capitalista, estamos frente a un paso cualitativo en la vía de la transformación de la OIT misma en un engranaje de la aplicación de las políticas del FMI, de la OMC, que están en la base de los ataques contra los salarios y los derechos conquistados con dura lucha por los trabajadores y sus organizaciones sindicales.
Esta evolución llevaría a la desaparición del sindicalismo independiente.
En la Conferencia mundial contra la guerra y la explotación – que se celebró en Argel los 27-28-29 de noviembre de 2010 – después de un rico debate sobre las amenazas que se ciernen hoy sobre el movimiento obrero en el marco de la crisis abierta del capitalismo, sobre las amenazas que se ciernen sobre las organizaciones sindicales en su misión de defensa de los intereses de los asalariados contra la explotación del capital, fue adoptada una Declaración final que dice en particular:
“Rechazamos el dictado que exige a las organizaciones obreras, en nombre del supuesto “interés general”, que acepten las reglas de una “gobernanza mundial” y de un pretendido “diálogo social”, cuya función única es subordinar, integrar a las organizaciones de los trabajadores a los planes de los gobiernos y de las instituciones internacionales, poniendo en entredicho la soberanía nacional. Al aceptarlo, se someterían a este dictado y se renunciarían a desempeñar su papel de defensa de los intereses de los trabajadores y de los pueblos. Afirmamos que la independencia de las organizaciones obreras es una condición de la democracia, del progreso social, de la soberanía y de la independencia de los pueblos”.
Queremos desarrollar y ampliar esta discusión con vosotros, estimados compañeros, respetando las posiciones y las atribuciones de las organizaciones sindicales de las que sois miembros, porque pensamos que es una discusión necesaria e ineludible para todas y todos los sindicalistas que, en todo el mundo, quieren seguir comprometidos con la defensa de los intereses de los trabajadores. Pensamos que a partir de esta discusión podemos llegar a conclusiones comunes que susciten también iniciativas comunes.
Os pedimos que aportéis vuestras contribuciones en este debate y sobre la cuestión de la protección social.
Por lo cual, con ocasión de la 100 Conferencia Internacional del Trabajo, os invitamos a participar al Encuentro en defensa de la independencia de los sindicatos y de los convenios de la OIT que el Acuerdo Internacional de los Trabajadores y de los Pueblos organiza en Ginebra,
- El sábado 4 de junio de 2011 a las 11 y de la mañana al domingo 5 de junio a la 1 de la tarde, en la Maison des Associations, rue des Savoises, 15.
Firman:
Louisa Hanune y Daniel Gluckstein, coordinadores del Acuerdo Internacional de los Trabajadores y de los Pueblos;
Abdelmadjid Sidi Saïd, secretario general de la Unión General de los Trabajadores de Argelia (UGTA);
Roger Sandri, sindicalista (Francia);
Patrick Hébert, sindicalista (Francia).