Agencias

Brasilia, mayo 1ero – La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró ayer que las presiones inflacionarias mundiales no detendrán la marcha armónica de su país hacia el futuro, en un mensaje por el Día del Trabajador que se transmitió por cadena nacional. 
«Así como fuimos uno de los países que mejor reaccionó ante la crisis financiera mundial, estamos preparados para enfrentar las presiones inflacionarias que rodean actualmente a la economía mundial», dijo Rousseff.

Y enfatizó al respecto: «Nada va a lograr detener la marcha armónica de Brasil hacia el futuro».

La mandataria agregó en su mensaje por el Día Internacional de los Trabajadores que su principal meta es trabajar para erradicar la pobreza extrema en Brasil, consolidar la nueva clase media que emergió durante la gestión de su antecesor y líder político, Luiz Lula da Silva, y mejorar los planes sociales, de obras públicas y educativos.

«Todos los programas sociales, de infraestructura, serán ampliados y complementados por nuevos programas. La meta más desafiante que Brasil debe alcanzar es el fin de la miseria, la erradicación de la pobreza extrema», declaró.

Resaltó que Brasil se afirma como un país creador de políticas sociales modernas que crece en el concierto internacional y que no puede dejar a millones de brasileños fuera de esa prosperidad que se amplía y se consolida.