Esto ocurre simultáneamente al anuncio de que el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, acudirá este viernes a Honduras, lo que pareciera indicar que el arribo de Insulza y el de Zelaya será por separado. Zelaya llamó al pueblo a que siga en las calles resistiendo pacíficamente las acciones del gobierno ilegítimo. «Nos han quitado todas las instituciones, pero las calles son del pueblo y no las vamos a dejar».
No busca la violencia, sino «que el pueblo haga que este grupo de tiranos rectifiquen». Indicó que no tiene ningún temor de ser arrestado. «Nunca he tenido temor, y mucho menos actuar cuando sé que lo hago con plena capacidad de conciencia y defensa de los principios por los cuales estoy dispuesto a morir».
Si para el lunes su gobierno no es restablecido, Zelaya indicó que «las potencias del mundo deben poner un ejemplo en Honduras»; previamente recordó que hay diferentes sanciones pendientes: expulsión de Honduras del sistema interamericano, del sistema de defensa recíproca, económico y cultural; cancelación de todas las ayudas de la Comunidad Europea, de Estados Unidos y de organismos multilaterales. Todos los embajadores de la Comunidad Europea y otros países empezarán su proceso de retiro de Honduras; «sería un acto más irresponsable todavía que el golpe el querer sostenerse en la ilegitimidad».
Recordó que casi 190 países en la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenaron un golpe de Estado y dieron un mensaje: que nadie se apreste a tener relaciones con un gobierno surgido por la fuerza. «Esto es una conquista histórica», resaltó. «Esto dio un mensaje al mundo. No vamos a convivir con gobiernos impuestos a la fuerza. Este mensaje de la OEA le da un mensaje a los ejércitos: no pueden ponerse a la orden de élites de poder, o del narcotráfico, no pueden ser instrumento para deteriorar la fuerza civil o el estado de derecho. Deben coadyudar en el mantenimiento del poder civil».
Insulza tiene autoridad dada por todos los jefes de Estado de América
«El secretario de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, tiene la autoridad de todos los jefes de Estado de América, incluyendo de su servidor, afectado por un golpe de Estado. Todos los Jefes de Estado autorizaron a Insulza a ir a Honduras a darle al Presidente impuesto por la fuerza un ultimátum. No va a negociar absolutamente nada; va a informar del ultimátum (…) Para restituir el gobierno legítimo se les ha dado 72 horas», recordó.
«La OEA toma la resolución que fue comunicada al mundo hace 24 horas, y procede a desencadenar todo un proceso de deslegitimación total de estas autoridades irregulares que han asegurado el poder en el país». Espera llamar a los golpistas a la reflexión, recordando que no es un problema personal ya que «no tengo un sólo enemigo personal en toda mi vida».
«Si los gobiernos del mundo reconocieran a uno que no surge de la voluntad popular sino por la imposición de las armas y de la fuerza, eso deslegitimaría a todos los gobiernos», recordó.
«Honduras no merece lo que le están haciendo»
La comunidad internacional rechaza todo tipo de decisiones que el gobierno impuesto a la fuerza intente realizar en organismos internacionales, recordó Zelaya. También se exige restituir el gobierno legítimo de Zelaya en 72 horas. «Hoy la juventud sabe lo que es represión, algo que no conocía», recordando que por casi 30 años se había vivido en democracia en Honduras. «Honduras no merece lo que le están haciendo».
A los golpistas, advirtió: «Nadie va a justificar lo que ustedes han hecho. ¡Por hacer una encuesta no se puede sacar a un presidente!». Recordó que lo legal hubiera sido demandarlo a un tribunal, donde él hubiera podido defenderse y ser condenado, de ser necesario. Y de allí tendría que ser sacador del poder por un referendo revocatorio, según las leyes hondureñas.
Recordó que el artículo 3 de la Constitución dice que «nadie debe obediencia a un gobierno usurpador que toma el poder por las fuerzas y por las armas», y que el gobierno que surja por ese tipo de acción, «sus actos son nulos del derecho, y sus actos constituyen delito de traición».
Honduras es uno de los países de América que aceptó al Tribunal Penal Internacional, según explicó Zelaya, y que en estos momentos hay cientos de heridos en las calles, en particular en San Pedro Sula, la segunda ciudad más populosa del país. «Los golpistas van a ser investigados por la comunidad internacional», advirtió.
Dijo que buscará un ambiente de confraternidad y totalmente en contra de la violencia. «No soy agresivo, soy muy tolerante y tengo mucha capacidad de diálogo, llamo a todos a defender sus derechos. Las leyes las hacen los poderosos y fuertes, nunca las hacen los pobres. El día que los pobres hagan las leyes, se acabará la pobreza. Yo he planteado un camino: profundizar más la democracia con la participación ciudadana, para que el pueblo tenga más conciencia de sí mismo».
No busca la reelección; la comunidad internacional no reconocerá elecciones bajo régimen de facto
«Mi gobierno termina el 27 de enero de 2010. Hay una convocatoria a elecciones que está en proceso. El único ‘delito’ que cometimos nosotros fue pedir que, además de la urna para presidente, de una urna para alcaldes y de una urna para diputados, se coloque una cuarta urna preguntando si se está de acuerdo con una Asamblea Constituyente; es una urna para que el pueblo, para que los humildes se expresen».
Reiteró que «yo no me voy a lanzar para la reelección, eso está prohibido en la Constitución y yo lo he explicado no sé cuantas veces». También indicó que cualquier presidente que sea escogido en elecciones próximas no será reconocido por la comunidad internacional debido a que las elecciones serán realizadas por un régimen de facto. Indicó que ningún candidato presidencial se ha pronunciado sobre esto excepto César Hans, «que está consciente de su labor histórica».
Desmintió que su tarjeta de crédito hubiera sido bloqueada en Honduras, como indicaron algunos medios. «A los medios hay que dejarlos que digan lo que quieran».