“Estamos convencidos de que el empeoramiento de la situación humanitaria en Libia alejará la solución política, que no tiene alternativa razonable. Esta idea debe servir de base a los esfuerzo de todas las partes interesadas, incluidos los miembros del Grupo de Contacto para Libia”, dice el documento.
“Confiamos en que las correspondientes organismos de la ONU continúen el seguimiento exhaustivo y respondan de forma rápida ante la evolución de la situación humanitaria en Libia y las necesidades de su población, enviando mensajes necesarios a las partes libias y los miembros de la coalición que deben cumplir al pie de la letra las correspondientes resoluciones del Consejo de Seguridad”, señaló el comunicado.
Según la cancillería rusa, entre las prioridades de la comunidad internacional continúa la ayuda humanitaria a la población de todo el territorio libio que se ve obstaculizada por las acciones de guerra.
Libia vive sumida en la violencia desde mediados de febrero, cuando en el país estallaron protestas contra el régimen de Gadafi. Organismos internacionales reportaron «miles de muertos» en los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales, pero las autoridades libias niegan asesinatos masivos de civiles.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 17 de marzo una resolución que permitió establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia como medida para proteger a civiles e impedir que el Ejército libio someta a bombardeos las localidades en manos de los rebeldes.
Dos días después, el 19 de marzo, empezó una operación militar en Libia con la participación de EEUU, Reino Unido, Francia, Canadá, Bélgica, Italia, España y Dinamarca y Qatar.
El 31 de marzo, la OTAN asumió el mando de todas las operaciones militares.
El Grupo de Contacto para Libia fue creado a propuesta del primer ministro británico, David Cameron, para “apoyar el esfuerzo político del pueblo libio”, y mantuvo su primera reunión el 13 de abril en Doha.