La reunión con Lobo fue anunciada a último minuto, por el presidente Santos -ex ministro de guerra de Älvaro Uribe Vélez-, quien expresó su deseo de que su gestión de buenos oficios sirva para «dar un paso adicional al arreglo definitivo del problema de Honduras y que la OEA vuelva a aceptarlo como un miembro pleno de la organización». Y me bebí mi segundo vaso de ron, esta vez sin hielo.
Entre vaos etílicos recordé que Chávez ha sido uno de los principales apoyos de Zelaya tras el golpe que lo desalojó del poder y lo obligó a salir del país el 28 de junio de 2009, aunque parece haber un cambio en su política de alianzas tras reunirse con Santos y Lobo al mismo tiempo.
Me vino a la memoria que luego del golpe, Honduras quedó suspendida de la OEA estando Zelaya exiliado en República Dominicana.
Si mal no recuerdo, Lobo fue electo presidente en noviembre de 2009, en unos comicios organizados por el gobierno de facto de Roberto Micheletti, cuyos resultados se negaron a reconocer Venezuela, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
La reunión de Santos y Chávez estaba pautada para el pasado 1 de abril, pero debió suspenderse por un «problema» en el avión del presidente venezolano que le habría impedido trasladarse a Cartagena, balneario colombiano sobre el mar Caribe.