“Nuestros enemigos y sus medios de comunicación han contratado a algunos elementos oportunistas y maliciosos, y han abusado de la ingenuidad de algunas personas para causar disturbios”, indicó el gobierno en un comunicado este jueves.
Asimismo, acusó a los medios de comunicación extranjeros de «difundir mentiras y rumores» para crear dudas sobre la seguridad de la elección presidencial del pasado viernes.
Ahmadinejad fue reelecto presidente de Irán el viernes 12 de junio con casi dos tercios de los votos, pero su rival principal Mir Hossein Moussavi, luego de una contundente derrota, ha rechazado el resultado como fraudulento y exigió una nueva elección.
Miles de seguidores de Moussavi han organizado manifestaciones diarias, desde que se emitieron los resultados de la elección el sábado pasado, exigiendo al Consejo Guardián anular la elección.
A pesar de la insistencia de Moussavi en decir que las protestas son pacíficas, la violencia estalló en las primeras etapas de las manifestaciones. Al menos 8 personas murieron y otras resultaron heridas.
Irán ha revocado todas las acreditaciones a los medios de comunicación internacionales, y los reporteros extranjeros no están autorizados a cubrir las reuniones que están prohibidas por ser ilegales.
El bando de Moussavi ha insistido que los revoltosos “no son seguidores ni estan ligados al candidato que sufrió una aplastante derrota en la pasada elección presidencial”.
La facción de Moussavi dice que una serie de «perversos» están tratando difamar la figura popular y a sus partidarios «mediante la realización de actos de vandalismo» en su nombre. Pero, aún, los videos aficionados muestran lo contrario.
El líder de la Revolución Islámica, Ayatollah Seyyed Ali Khamenei, dijo el martes que aquellos que han vandalizado la propiedad pública y organizado violentos disturbios «no están relacionados con los candidatos presidenciales o sus seguidores». Cabe preguntar, ¿a quién beneficia la violencia y los disturbios, y quién está descontento por una contundente derrota?
Este jueves, miles de partidarios del Presidente Ahmadinejad organizaron una manifestación frente al Departamento de Justicia en Teherán exigiendo acciones contundentes contra los revoltosos.