El Ejército norcoreano «se encuentra fácticamente en estado de guerra con el imperialismo estadounidense» y «el acuerdo del armisticio ya perdió su valor legal», por lo que Corea del Norte «se reserva el derecho a responder con un golpe preventivo a la menor provocación», declaró Pak Jae Gyong en un multitudinario mitin que se celebró la víspera en Pyongyang.
Era una manifestación de protesta contra la resolución 1847 del Consejo de Seguridad de la ONU que condena a Corea del Norte por la reciente prueba nuclear.
Kim Ki Nam, secretario del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, calificó dicha resolución como «otra provocación burda», la atribuyó a las «presiones por parte del imperialismo estadounidense» y afirmó que el objetivo es «desarmar a Corea del Norte, minar su economía y su sistema ideológico». Pyongyang responderá con «un golpe enérgico y poderoso» a cualquier intento del bloqueo, advirtió.