José Naranjo
Guin Guin Bali
Francia y Nigeria presentaron este viernes un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas mediante el cual le instan a que prohíba al Ejército marfileño el uso de armamento pesado en Abidjan, una ciudad en la que se están produciendo combates a diario entre las fuerzas ouattaristas y el Ejército. Esta resolución tiene como objetivo preparar el camino para que la ONU autorice una intervención militar extranjera en Costa de Marfil, al igual que está ocurriendo en Libia.

Todas las cartas se han puesto sobre la mesa. Francia y su presidente, Nicolas Sarkozy, no han ocultado desde el primer momento su apoyo al candidato Alassane Ouattara, con quien Sarkozy mantiene una excelente relación personal. De hecho, el propio Sarkozy telefoneó a Laurent Gbagbo tras las elecciones para, de malas maneras, exigirle que dejara el poder porque había perdido las elecciones.

Tras la negativa de Gbagbo a dejar la Presidencia, al considerar que no había perdido las elecciones dado que el Tribunal Constitucional le había proclamado como presidente, Nigeria, con su presidente Goodluck Jonathan a la cabeza, ha liderado todos los intentos para que se produzca una intervención militar de los países de África occidental en Costa de Marfil y derrocar a Gbagbo por la fuerza a través de la Ecomog, fuerza militar de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.

Ambos, Nigeria y Francia, han dado un paso más en su estrategia de conducir a Ouattara hasta el sillón presidencial con la propuesta de resolución presentada el pasado viernes y que debe ser debatida esta semana en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el que ambos están presentes, Francia como miembro permanente y Nigeria como miembro rotatorio.

«La razón de la crisis es muy simple: Gbagbo no quiere irse. Ha habido muchos intentos de encontrar una solución política, pero el gobernante se niega a escuchar nuestra llamada», indicó el embajador francés ante la ONU, Gerard Araud, quien se mostró alarmado ante «la tragedia humanitaria» que vive el país africano.

Por otra parte, el candidato Alassane Ouattara ha rechazado el nombramiento del caboverdiano José Brito como alto representante de la Unión Africana para la crisis marfileña debido a “sus relaciones personales” con el presidente Laurent Gbagbo. “No hemos sido consultados” para este nombramiento, dijo Ouattara, quien asegura que el ex ministro de Exteriores de Cabo Verde “mantiene unas excelentes relaciones personales y cercanía política conocidas de todos en Costa de Marfil con Laurent Gbagbo”.

Este sábado, miles de partidarios de Laurent Gbagbo respondieron a la llamada del ministro de la Juventud, Charles Blé Goudé y salieron a la calle para expresar su apoyo al presidente. Los jóvenes se reunieron en la plaza de la República y corearon eslóganes como “Gbagbo o nada” y “Costa de Marfil pertenece a los marfileños”, así como contra el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Este fin de semana, el presidente Gbagbo volvió a tender una mano a su rival Ouattara para abrir un diálogo constructivo que evite una nueva guerra civil en el país, para muchos ya en marcha. Algunas fuentes aseguran que Gbagbo ha lanzado una campaña diplomática con la propuesta de un gobierno de unidad en el que él seguiría siendo presidente y Ouattara primer ministro, propuesta que rechaza el bando de Ouattara.

Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=1736