El operador de la instalación dijo que la radiación en el agua del reactor número 2 presentaba más de 1.000 milisieverts por hora, en la lectura más alta hasta el momento en medio de una crisis causada por el masivo terremoto del 11 de marzo y el tsunami que le siguió minutos después.
La lectura dista del estándar de seguridad nacional de 250 milisieverts por año. La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos dice que una sola dosis de 1.000 milisieverts es suficiente para causar una hemorragia.
“Nosotros esperábamos encontrarnos con complicaciones no previstas y esta acumulación de agua altamente radiactiva es una de ellas”, dijo el secretario jefe de gabinete, Yukio Edano, en una rueda de prensa.
Yukiya Amano, jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por su sigla en inglés), advirtió que la crisis nuclear de Japón podría seguir por semanas, meses o más.
“Este es un accidente muy grave según todos los criterios (…) Y aún no ha terminado”, dijo al diario New York Times.
Ingenieros de Tokyo Electric Power Co
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han estado trabajando contra el reloj para estabilizar la planta Daiichi en Fukushima desde que el sismo y el tsunami destruyeron el sistema de energía necesario para enfriar los reactores.
La operación ha tenido que ser suspendida varias veces debido a explosiones y a altos niveles de radiación dentro de los reactores, en una crisis que se ha convertido en el peor accidente nuclear desde Chernóbil.
El jueves, tres trabajadores fueron llevados a un hospital desde el edificio del reactor número 3 tras pisar agua con niveles radiactivos 10.000 veces mayores de lo normal.