Nación
Mientras en Miami crece la expectativa por el testimonio de Guido Alejandro Antonini Wilson, que podría concretarse el próximo martes en coincidencia con la visita de Cristina Kirchner a los Estados Unidos, el Gobierno volvió a embestir con dureza contra la justicia de ese país.
«El funcionamiento del sistema judicial americano en este caso no nos satisface», sentenció Aníbal Fernández en alusión al juicio oral que se lleva adelante en los Estados Unidos contra cuatro ex socios de Antonini acusados de haberlo presionado para que ocultara el origen y el destino de los US$ 800.000 que intentó ingresar en el país en agosto del año pasado.
«A dedo». «No nos cierra este manejo de los fiscales, que son elegidos a dedo. Es un manejo bastante extraño», añadió el ministro de Justicia.
Como ya lo había hecho a principios de semana, ante las revelaciones surgidas del juicio en Miami que impactaron de lleno en el gobierno de Cristina Kirchner, Fernández volvió a embestir contra Antonini.
«Le pidió dinero y protección al FBI que le redactó una carta para meter a [el presidente de Venezuela, Hugo] Chávez en el medio. Si inventaron una carta pueden inventar cualquier cosa», razonó.
El ataque no se detuvo allí. «Antonini es un mequetrefe de alquiler al que le pagaron para que diga lo que dice», lanzó.
«Verso». Por otra parte, volvió a reclamar que el gobierno estadounidense conceda la extradición del venezolano que reclama la justicia argentina. «Tenemos una causa abierta acá y seguimos esperando que se lo extradite. Que venga y diga todo lo que quiera. Que aclare este verso de que estuvo en la Casa Rosada. Tiene que explicar y demostrar qué quiso hacer con ese dinero. Todo este verso se termina el día que venga y declare todo», afirmó molesto.
Además, insistió con que Antonini no ingresó los US$ 800.000 al país porque «no se lo permitió el Estado argentino».