El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, cuestionó los ataques y aseguró que “ningún tipo de violencia se justifica”.
El mandatario exhortó a la “racionalidad y cordura” y a respetar el principio de autodeterminación de los pueblos.
En tanto, el Jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez, calificó los bombardeos sobre Libia como “muy lamentable” y afirmó que las potencias occidentales quieren “adueñarse del petróleo”.
El presidente venezolano aseguró que a los miembros de la coalición guerrerista “no les importa para nada la vida del pueblo libio”.
“En Irak no era el problema Sadam Hussein. Ahora le inventan un problema a Gadafi. El interés que tienen es adueñarse del petróleo”, aseveró el Jefe de Estado.
Por su parte, el presidente de Uruguay, José Mujica, calificó de “lamentable” los ataques contra territorio libio y señaló que esta invasión “implica un retroceso en el orden internacional vigente”.
“Es mucho peor el remedio que la enfermedad. Eso de salvar vidas a los bombazos es un contrasentido inexplicable”, expresó el Jefe de Estado.
A estas posturas, se suma la del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega que criticó a los países invasores porque “van a combatir” a Libia “la violencia con cohetes”.
“Todo el interés es arrebatar el petróleo, la democracia es puro cuento, lo que quieren es el petróleo de Libia y se lo disputan entre ellos”, explicó.
Ortega lamentó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se haya convertido en “un instrumento de las potencias”, de “la guerra y de la muerte”, por avalar la intervención militar sobre territorio libio.
El Gobierno ecuatoriano también se pronunció a través de su cancillería, que emitió un comunicado sosteniendo que es “inadmisible la intervención producida por potencias extranjeras” a Libia.
Para la administración del presidente Rafael Correa, el ataque es una “intrusión que lamentablemente promueve la escalada de violencia” y llamó a solucionar el conflicto interno en Libia de manera pacífica.
El canciller argentino, Héctor Timerman, cuestionó que los ataques contra el territorio libio encabezados por Estados Unidos, Francia y Reino Unido, al tiempo que criticó tales agresiones se hayan llevado a cabo sin un amplio debate en el Consejo de Seguridad, inclusive en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“La República Argentina hace votos para una pronta solución pacífica dentro de un diálogo democrático constructivo y de absoluto respeto por los derechos humanos y la voluntad del pueblo libio”, sostuvo en una nota oficial el gobierno de la presidenta Cristina Fernández.
Durante la jornada de ayer, el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, criticó el papel de la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (Otan) y manifestó que la alianza militar sólo “sirve para demostrar el derroche y el caos engendrado por el capitalismo”.
Hasta el momento, se registraron más de 60 muertos por los ataques y más de 100 heridos, en zonas civiles de Trípoli, Sirte, Bengasi, Misrata y Zuwara, según reportaron medios internacionales.
Frente a estas cifras, Estados Unidos y Gran Bretaña desestimaron que estos hechos sean reales y exhortaron a mantener la postura militarista contra Libia.