Aporrea.org / rtve.es


El «apagón analógico», que acaba de llegar a EEUU, obliga a las cadenas de televisión a emitir sólo en señal digital y ha dejado sin servicio a más de dos millones de hogares que no se prepararon para el cambio pese a las campañas.

Todos los televisores con una antena de techo o una antena fijada a la televisión dejaron de funcionar a menos que sus propietarios hubieran comprado un descodificador para convertir la señal analógica en digital, hubieran adquirido un televisor con un sintonizador digital o se hubieran conectado a un servicio de cable o satélite.

Según los últimos datos de la empresa Nielsen, unos 2,8 millones de hogares no se prepararon para la transición. La Asociación Nacional de Radiodifusores cree que el dato se sitúa en los 2,1 millones de hogares.

La transición a la televisión digital permitirá a los telespectadores disfrutar de mejores imágenes y sonido y, también, tener acceso a más canales de forma gratuita.

El cierre de los canales analógicos abre parte del espacio de radiofrecuencia a aplicaciones modernas como el acceso de banda ancha a internet y los servicios de televisión para los teléfonos móviles.

Cerca de 1.800 estaciones de televisión en Estados Unidos se han visto afectadas por la transición.

Aumenta la venta de televisores

El Gobierno ha extendido hasta julio el programa de ayuda a la transición, que concede hasta dos cupones de 40 dólares por hogar para la adquisición de equipos convertidores.

Las industrias de cable y satélite confían en que parte de los hogares que se han quedado sin señal acaben suscribiéndose a algún servicio de televisión de pago.

Entre las empresas que han lanzado campañas más agresivas para atraer a esos usuarios figura la proveedora de servicios de cable Comcast, que ofrece televisión gratis durante un año con una suscripción a sus servicios de internet y telefónicos.

Los televidentes con ingresos más bajos, de mayor edad y residentes en áreas rurales son los más afectados por el que algunos medios han acuñado como el «Día DTV» (siglas en inglés para la televisión digital).

TVNewsDay, una publicación especializada en la cobertura de la industria televisiva, señala en su página web que minorías como los hispanos y los afroamericanos se han visto «desproporcionadamente» afectados por el cambio.

Por lo demás, el apagón se ha traducido en un incremento de las ventas de televisores, que aumentaron un 32% en lo que va de año, según la Asociación de Electrónica de Consumo.

Tropiezos de la transición

La muerte de la televisión analógica, a la que algunos se refieren como el mayor acontecimiento desde la llegada de las pantallas en color, sufrió varios tropiezos.

La implantación de la televisión digital se planeó originalmente para el 2006, pero las autoridades decidieron aplazar el lanzamiento ante la escasa preparación para el mismo.

Posteriormente se fijó la fecha para el 17 de febrero de este año pero la Casa Blanca la retrasó a junio ante los numerosos hogares que no se habían adaptado aún.

En febrero había alrededor de seis millones de hogares que no se habían preparado para la transición.
La administración demócrata de Barack Obama decidió entonces destinar 650 millones de dólares adicionales para impedir que el cambio se convirtiese en traumático. Además aceleró la entrega de los cupones para la compra de los descodificadores.

Las cadenas de televisión también emprendieron campañas de información con el fin de no perder a sus preciados televidentes.

En Los Ángeles, por ejemplo, la cadena de televisión hispana Univisión envió a equipos de empleados y voluntarios bautizados como el «Escuadrón Digital» a hogares de ancianos para informarles sobre cómo hacer el cambio.