En su discurso en el segmento de Alto Nivel del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas, el canciller ruso, Serguei Lavrov, se pronunció a favor de que el pueblo resuelva sin injerencias externas las causas que originaron las revueltas populares.
Asimismo, Lavrov consideró inaceptable el uso de la fuerza militar contra la población civil del país árabe, a pesar de que las autoridades libias sostienen que no realizan acciones de ese tipo contra ciudadanos desarmados.
El jefe de la diplomacia de Moscú, lamentó la muerte de civiles en Libia y recalcó que su Gobierno condena el uso indiscriminado de la fuerza y reclama su cese inmediato.
La 16 sesión del CDH en su máximo nivel fue inaugurada esta mañana por la presidenta de la Confederación Suiza, Michelin Calmy-Rey, quien también fustigó el uso excesivo de la fuerza y el número de muertos y heridos entre los manifestantes.
Calmy-Rey estuvo acompañada en la mesa principal por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, y el presidente de la Asamblea General de la ONU, Joseph Deiss.
En el mismo sentido se manifestó el vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, en la sesión matutina, y de igual forma aunque más moderada, la ministra de Derechos Humanos de Brasil, María do Rosario Nunes.
En la tarde se espera la intervención de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
Latinoamérica contará con la participación de los ministros de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, Argentina, Héctor Timerman, México, Patricia Espinosa, Nicaragua, Samuel Santos, y Cuba, Bruno Rodríguez.
El viernes pasado, el embajador de Cuba en Ginebra, Rodolfo Reyes, reclamó en nombre de su Gobierno una solución pacífica y soberana a la crisis desatada en la nación árabe.
«Deseamos que el pueblo libio logre una pronta solución pacífica y soberana a la situación allí creada, sin ningún tipo de injerencia ni intervención extranjera, que garantice la integridad de la nación Libia», apostilló Reyes.