Agencias
Madison, febrero 22 – «No se puede negociar cuando no se tiene dinero para negociar». El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, afirmó que el estado «está en bancarrota» y reiteró su intención de aprobar una ley para suprimir derechos sindicales de los funcionarios pese a las protestas.

Por su parte, los sindicatos mantienen sus protestas por séptimo día consecutivo en Madison, la capital del estado, donde 70.000 personas se manifestaron contra la medida del gobernador republicano. «Continuaremos la lucha, pero ahora enfocaremos nuestros esfuerzos localmente. Ahora es el momento de puro poder político», afirmó Mike Langyel, presidente del sindicato de profesores de Milwakee.

El recién elegido gobernador republicano instó a los demócratas, que aun no han regresado, para que «vuelvan y hagan su trabajo» y les reprochó que en las legislaturas anteriores no «han hecho su labor». Walker rechazó de nuevo un compromiso con los sindicatos y explicó que los puestos en trabajo en peligro pueden «alcanzar los 6.000 a finales del ciclo presupuestario», por lo que el pulso de fuerza parece prolongarse.

El proyecto de ley tenía que haber sido votado el pasado jueves, pero al menos catorce legisladores demócratas se traladaron al vecino estado de Illinois para impedir que hubiera el quórum necesario para que se celebrara la votación. Si finalmente fuera aprobada, los funcionarios tendrían que pagar una cuota mayor de su seguro médico y de sus fondos de pensiones y se eliminaría el derecho de llevar a cabo cualquier negociación colectiva que no sea estrictamente la salarial.