El parte señala que la embajada de Estados Unidos entregó en diciembre pasado una lista con los elementos que serían ingresados a la Argentina con el objeto de realizar un curso de seguridad sobre rescate de rehenes acordado con las autoridades locales.
Y explica que, atento a que en agosto de 2010 la Fuerza Aérea de Estados Unidos intentó ingresar un cargamento de armas eludiendo el control aduanero, la Cancillería solicitó que la Embajada tenga en cuenta las leyes aduaneras así como su respeto.
En esta ocasión, el día jueves 10 de febrero y luego del aterrizaje del avión, la Aduana procedió a realizar un chequeo de la carga y allí se descubrió que buena parte de ella no figuraba en el listado «de buena fe» provisto por la Embajada.
Fue así que la Aduana procedió a liberar la carga ingresada legalmente e incautó lo intentado ingresar en contravención a las leyes.
El comunicado de Cancillería señala que «entre el material incautado, al que no hace referencia el Departamento de Estado, hay desde armas hasta diferentes drogas, entre otras, varias dosis de morfina».
«Además se han intentado ingresar al país material para interceptar comunicaciones, varios GPS de una sofisticación reveladora de su potencia, elementos tecnológicos conteniendo códigos caratulados como secretos, así como un baúl completo con drogas medicinales vencidas», agrega la información.
Tanto el día jueves en el aeropuerto de Ezeiza como en la comunicación cdel Canciller con el Secretario Valenzuela los Estados Unidos se negaron a informar los razones del intento de ingreso del material incautado así como la utilización que se les daría en territorio argentino.