Agencias Argentinas

La medida, adoptada por la Secretaría de Comercio Interior mediante una resolución a la que obtuvo acceso Télam y que será publicada hoy en el Boletín Oficial, obliga a retrotraer los precios de los combustibles al 28 de enero pasado.

El lunes pasado la petrolera anglo-holandesa había aplicado un aumento de 2 a 3,6 por ciento en sus productos argumentando un supuesto «incremento en sus costos».

Por la mañana, el ministro de Planificación, Julio de Vido, había atribuido al presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, «una clara intencionalidad política» en el aumento de los combustibles.

Y consideró que más que un gerente de una compañía extranjera parecía «un referente de la oposición política».

«Recién estuve hablando con el ministro (de Economía, Amado)Boudou, del tema; este es un manejo político que hace la compañía del costo del combustible», sostuvo De Vido en declaraciones radiales.

En ese sentido, había asegurado el titular de Planificación, «también le decía a Boudou que tanto cacareo que hubo por el comentario que hizo él en relación a la dispersión de precios, y en los combustibles se va a dar eso».

Al respecto explicó que el usuario que «vaya a cargar en YPF, por ejemplo, no va a tener el problema de este aumento, producto de una clara intencionalidad política de Aranguren que ya sabemos de qué manera opina, juega y cuál es su posición política».

En agosto pasado, la Secretaría de Comercio Interior había establecido las condiciones de comercialización de combustibles líquidos con el objeto de «lograr la estabilidad en los precios», recuerda la norma en sus considerandos.

El 20 de diciembre, la dependencia a cargo de Guillermo Moreno había derogado la misma al advertir que habían dejado de regir las razones que la motivaron.

No obstante, aclara la norma, «durante el último mes los combustibles han experimentado sostenidos aumentos en sus precios, causando perjuicios que son necesarios remediar».

La presente resolución dispone que «el precio de comercialización de los combustibles líquidos deberá ser igual al vigente al día 28 de enero de 2011».

Y, agrega, «a efectos de provocar un factor de corrección que reordene el mercado, las medidas deben aplicarse a la totalidad de los integrantes de la cadena de comercialización».

De esta forma, la empresa deberá retrotraer sus precios a los vigentes antes de la suba, que llevó la nafta Súper de 4,149 pesos a 4,299 pesos; la V-Power de 4,899 pesos a 4,999 pesos; la Fórmula Diesel de 3,789 pesos a 3,899 pesos; y la V-Power Diesel aumentó de 4,499 pesos a 4,609 pesos.

Shell es la segunda empresa de combustibles de la Argentina con un 15 por ciento del mercado, después de YPF que posee un 57 por ciento, y por delante de Esso con un 14 y Petrobras con un 10 por ciento.