La decisión del postulante por el gobernante Partido Inite fue divulgada por esa organización.
Desde la agrupación política aclararon que no están de acuerdo con la forma como se ha desarrollado el proceso de las elecciones, reseñó este jueves Prensa Latina.
A través de un comunicado, Inite aprovechó para criticar el informe de la comisión de expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA), que sugirió dejar fuera de la segunda vuelta a Celestin y colocar en su lugar a Martelly, aunque éste había quedado en el tercer lugar.
La segunda vuelta electoral podría realizarse alrededor del 20 de marzo próximo, aunque el mandato del actual presidente René Preval concluye el 7 de febrero.
El senador y coordinador de Inite, Joseph Lambert, declaró que su organización saldrá ganando porque triunfará en los comicios legislativos “y el próximo presidente tendrá que negociar con nosotros”.
A la convulsión política que vive Haití se debe sumar la crisis humanitaria que atraviesa debido a una epidemia de cólera y al fuerte terremoto ocurrido en enero de 2010, que dejó en la calle a dos millones de habitantes.
Días atrás, la nación fue sorprendida por el regreso del ex dictador Jean Claude Duvalier, quien gobernó entre 1971 y 1986 y es acusado por crímenes de lesa humanidad, lo cual ha generado caos y mayor inestabilidad alentada por sus agitadores vinculados al excuerpo élite de los Leopardos y a los paramilitares Tonton Macutes.
En tanto, el ex presidente Jean Bernard Aristide, quien fue derrocado en 2004, ahora desde su exilio en Sudáfrica publicó una carta indicando su disposición a retornar a la nación, pero las autoridades haitianas se negaron a renovarle el pasaporte a pesar de que Preval reconoció el derecho de todos los exiliados, incluido Aristide, a regresar al país.
Durante esta jornada, el embajador de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Haití, Rodolfo Mattarrollo, expresó a Telesur que la actuación política desarrollada por Duvalier desde su llegada genera un clima confuso y preocupante que desestabiliza el frágil estado de derecho en el país.
“Es muy preocupante porque este señor ha reivindicado su actividad política y no ha hecho una autocrítica de la violación sistemática de los derechos humanos, que son crímenes que no prescriben porque son de lesa humanidad”, sostuvo el diplomático.
Duvalier tiene acusaciones en la justicia haitiana por delitos de corrupción, malversación y desvío de fondos públicos, además de seis demandas por torturas y otros delitos de lesa humanidad.
Durante los 15 años de dictadura encabezada por el ex gobernante de facto, se estima que fueron asesinadas unas 30.000 personas, mientras se desviaron de las arcas públicas unos 100 millones de dólares.