La Comisión Turkel, formada por el Gobierno de Israel para investigar los sucesos ocurridos el pasado 31 de mayo, cuando el ejército irsraelí interceptó al barco Mavi Maramara de la Flotilla de la Libertad, ha concluido que el asalto fue legal y que los soldados israelíes mataron a nueve civiles “en legítima defensa”.
Por su parte, la comisión designada en paralelo por Turquía para investigar lo ocurrido el 31 de mayo afirma que no sólo el ataque a la flotilla fue ilegal, sino también “premeditado”. “Los soldados israelíes dispararon desde el helicóptero al Mavi Marmara utilizando munición real y matando a dos pasajeros antes de que ningún soldado israelí llegase a cubierta“, explica el informe dado a conocer el pasado lunes por la comisión turca. Ésta afirmación, respaldada por informes forenses que muestran como los disparos fueron hechos desde arriba y que han sido enviados a la ONU, tira por tierra el pretexto de “defensa propia” esgrimido por Israel.
“Durante el ataque, los soldados israelíes usaron una fuerza excesiva, indiscriminada y desproporcionada contra los civiles a bordo. Los pasajeros sólo ejercieron su legítimo derecho a la defensa propia, sin utilizar armas de fuego, contra el ataque armado de las fuerzas israelíes“, continúa el informe.
Según explicó un alto funcionario del Ministerio de Exteriores turco, antes la Flota de la Libertad comenzara su camino, el ministerio turco pactó con Israel, con mediación del embajador de Estados Unidos, la detención de la Flotilla, pero sin violencia, y que ésta fuera desviada a Egipto.
Mientras, como publica el diario israelí Haaretz, un estudio señala el ataque a la flotilla de la Libertad como el causante de que el sentimiento anti-semita haya aumentado durante este año.