A la hora de dar cuenta de sus preocupaciones, los porteños construyen una agenda que debe molestarle al jefe de gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri. Según un estudio reciente realizado por la consultora Equis, después de poco más de tres años de gestión del PRO, el 65% de los consultados apuntó que el principal problema capitalino es el caballito de batalla del precandidato presidencial: la inseguridad. Los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, además, reclaman por la falta de limpieza, el tránsito, la educación, las calles rotas, la salud y la falta de viviendas. Frente a estos resultados, el sociólogo Artemio López, autor de la encuesta, cree que no hay lugar para dudas: “El punto flaco de Mauricio Macri es la mala evaluación de su gestión.”
El sondeo, realizado a partir de 400 entrevistas personales, con un grado de confiabilidad del 95%, confirma la desilusión que plasmaron los electores en la elección de mitad de mandato. El PRO pasó de un 46% en el año 2007 (con un pico del 61% de los votos en la segunda vuelta), a un 31% en 2009. Una caída en picada, diluida en la prensa por la derrota de Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires. “Todos los diagnósticos de Macri no tienen relación con la agenda de la ciudadanía”, añade el titular de Equis.
Para los porteños, de hecho, la inflación recién aparece en el número once del ránking de preocupaciones. En el puesto número 12 está la desocupación. En el 13, los cortes de luz. En el 20, entre las últimas consideraciones, se cuela “la inmigración”. Todas cuestiones a las que Macri podría contestar diciendo que la responsabilidad no es suya sino, primordialmente, de la Casa Rosada.
El plan de gobierno del jefe del PRO dejó sus cicatrices en el electorado. Pese a sus denodados esfuerzos y a la batalla retórica a la que dedicó sus energías, la flamante Policía Metropolitana no consiguió sacar del tope del listado a la inseguridad (casi siete de cada diez entrevistados lo citó como una urgencia). Bien lejos aparecen otros reclamos: la falta de limpieza, el tránsito (donde no parecen influir los cambios de mano en las avenidas), la educación (un área donde el jefe de gobierno no consigue acordar con los maestros), las calles rotas, la salud (donde se reiteran denuncias de falta de insumos por el cambio en el sistema de compras), la falta de viviendas (construyó, según cifras oficiales, apenas 100 por año) y las villas.
La opinión sobre la gestión del gobierno porteño, dice la encuesta, se cristaliza en las estimaciones electorales: sólo el 36% la evalúa bien, el 32% tiene una idea negativa de la admistración, y el 30% la caracteriza como regular. “No hay posibilidad de que no haya ballottage”, asegura Artemio López. Y sus planillas dan cuenta de que ni poniéndose al frente de la reelección, Macri tiene garantizado el triunfo.
En todos los casos, el Frente para la Victoria aparece como la segunda fuerza electoral. Y, por tanto, el contrincante a vencer en la segunda vuelta.
Si el candidato de la Casa Rosada finalmente fuera Amado Boudou, el jefe de gobierno porteño recoge hoy día el 32,8% de los votos y el ministro de Economía el 16,4 %, con una amplia franja de indecisos del 20,6% (y el radical Rodolfo Terragno mirando desde lejos, con algo más que el 6%). Si se mide contra Filmus, Macri obtendría el 36% de los votos, y el senador el 19, con casi el 15% de indecisos.
Tanto Filmus como Boudou aplastan a Horacio Rodríguez Larreta: lo aventajan por más de seis puntos porcentuales. La novedad del sondeo es que mide la performance eventual de la diputada y ex vicejefa de gobierno porteño Gabriela Michetti, quien coqueteó por estos días con el radical Ernesto Sanz pero podría quedarse con la candidatura amarilla del PRO. Michetti haría una buena elección, apenas entre dos y tres puntos más baja que la de su jefe (la sorpresa en este caso es que Boudou parece mejor parado para quitarle votos).
El cuadro del estudio que mide la imagen de los dirigentes distritales agrega información. El ránking está encabezado por Michetti, que tiene un imagen positiva del 46,1%, con un desconocimiento casi nulo. Ese parece ser el obstáculo que deberán resolver los candidatos del PJ. Filmus y Boudou, quienes ocupan el segundo y tercer puesto, tienen aún un porcentaje muy alto de electores que dicen no conocerlos lo suficiente como para votarlos.
Filmus y Michetti, además, cuentan con otra ventaja. El resto de los posibles candidatos genera más rechazo que ellos. Macri está a la cabeza con el 35,3% de rechazos. Lo sigue el caído en desgracia Ricardo López Murphy con el 25%, y luego Horacio Rodríguez Larreta y Amado Boudou, cercanos a los 22 puntos.