Patria Grande / Agencias
Estados Unidos ha revocado los visados de un número no precisado de funcionarios haitianos, anunció hoy el Departamento de Estado, que reiteró su llamamiento para que Haití avance en un proceso electoral “libre, justo y creíble”. Para Washington este proceso pasa por la imposición del candidato más afín a sus designios como es el caso de Michelle Martelly.
“Hemos tomado medidas contra un número de ciudadanos haitianos, y es algo que seguiremos evaluando”, señaló el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en su rueda de prensa diaria.
Aclaró que se trata de funcionarios del Gobierno haitiano, aunque no quiso revelar cuántos se han visto afectados por la revocación ni accedió a identificarlos por nombre.
No obstante, la cadena CNN afirma que se trataría de “un par de docenas” de responsables gubernamentales.
Crowley tampoco quiso revelar la razón por la que el Departamento de Estado ha tomado esta decisión ya que, adujo, “las razones específicas son confidenciales”.
Sin embargo, Crowley hizo referencia a la crisis electoral cuando fue preguntado si la revocación de los visados tenía que ver con las elecciones presidenciales y legislativas del pasado 28 de noviembre, cuya primera vuelta se celebró con irregularidades, según los observadores, y fueron denunciadas como fraudulentas por la oposición.
“Nos centramos en estos momentos en asegurar que haya un proceso electoral libre, justo y creíble en Haití”, explicó.
Una misión de expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA) que verificó los resultados preliminares de la primera vuelta, recomendó a las autoridades haitianas que otorguen el segundo puesto al candidato y cantante Michel Martelly, en detrimento del oficialista Jude Celestin.
“Seguiremos obviamente estando en contacto con el Gobierno de Haití. Queremos ver que acepte las recomendaciones contenidas en el informe de la misión de verificación de la OEA. Queremos seguridad y estabilidad en Haití. Queremos que los resultados electorales reflejen la voluntad de los haitianos”, explicó Crowley.
El portavoz reveló que, “mientras haya personas que estén vinculadas a episodios de violencia o corrupción, no dudaremos en tomar las medidas apropiadas”, dijo a modo de advertencia.
La medida se ha aplicado después de que el expresidente Jean Claude Duvalier regresara el fin de semana pasado a Haití, tras 25 años en el exilio en Francia.
EE.UU. ha dicho que su regreso “agrega más carga” al ya de por sí incierto porvenir de Haití y del proceso electoral, que ahora entra en la fase de impugnaciones.
El Consejo Electoral Provisional (CEP) de Haití debe pronunciarse sobre las recomendaciones de la OEA, publicar los resultados definitivos de la primera ronda y convocar una segunda vuelta.
La OEA determinó que un total de 234 hojas de resultados de la primera vuelta no cumplían las condiciones necesarias y por ello recomendó excluirlas de la tabulación de votos. Así, los técnicos de la comisión de verificación de la OEA otorgan una ventaja de 3.225 votos a Martelly sobre Celestin tras restar a ambos parte de los sufragios del recuento oficial.
La comisión de la OEA está integrada por una mayoría de delegados estadounidenses y canadienses, e incluso de francia, país que no es parte de la organización. La ausencia de delegados latinoamericanos en la comisión es notoria.
Entre las variables no se encuentra la repetición de elecciones. En los comicios, donde hubo alta abstención, no se permitió la participación del partido del derrocado expresidente Jean Bertrand Aristide.
Con la tabulación propuesta por la OEA, la ex primera dama Mirlande Manigat se mantendría en el primer lugar, aunque con 13.830 votos menos, sacando el 31,6 por ciento, mientras que Martelly obtendría el 22,2 por ciento, y Celestin el 21,9 por ciento.