“No creo que el tema acá sea si la estabilidad de nuestra sociedad está en riesgo, pero ciertamente es una amenaza a la seguridad nacional” estadunidense, señaló Crowley en rueda de prensa.
El gobierno de Barack Obama ha manifestado su creciente preocupación por la violencia de los cárteles de la droga mexicanos, que han dejado más de 34 mil muertos en ese país en los últimos cuatro años.
El principal destino de la droga que trafican los carteles es el inmenso mercado de consumo que existe en Estados Unidos, sin que se conozcan programas realmente efectivos por parte de Washington para reducir el consumo de estupefacientes en su país.
“El nivel de violencia que han traído a México y otros sitios es un reto que no es exclusivo para México y Estados Unidos. Ciertamente debe ser parte de un diálogo de seguridad nacional”, señaló Crowley.
El viaje de Clinton, que se reunirá el lunes en Guanajuato con la canciller mexicana, Patricia Espinosa, será “una oportunidad para evaluar dónde estamos y continuar trabajando en nuestra estrategia común” para combatir al crimen organizado, afirmó Crowley.
Estados Unidos colabora con México con el Plan Mérida, una iniciativa acordada en 2007 para ayudar con mil 300 millones de dólares a la lucha antidrogas.
Washington seguirá evaluando con México como puede proveer “la mejor asistencia”, aseguró el portavoz.
“Lo que tenemos es un nivel sin precedentes de cooperación y colaboración” bilateral, acotó.
Crowley dijo que el encuentro del lunes se hará en Guanajuato (370 kilómetros al noroeste de la capital), por el deseo de Clinton y Espinosa de que la conversación tuviera un escenario más informal.
Clinton levantó polvareda en septiembre pasado cuando afirmó que los cárteles de la droga se comportaban cada vez más como una insurgencia en México, país que comenzaba a parecerse a Colombia hace 20 años, pero esas declaraciones fueron matizadas por el propio presidente Barack Obama.
Clinton y Espinosa se reunieron en diciembre, en el marco de una cita de cancilleres de Estados Unidos, México y Canadá, en este último país.
Este es el tercer viaje de la jefa de la diplomacia estadunidense a México.