«Parece un milagro. Parecía que estuviéramos viendo un milagro», dijo la congresista Debbie Wasserman Schultz a periodistas que viajaban con el presidente Barack Obama a bordo del avión presidencial, tras asistir a un servicio religioso por las víctimas fatales en Arizona el día anterior.
«Excepto por el nacimiento de mis hijos, esta es la emoción más increíble (…) ver a uno de tus amigos más cercanos luchando por volver», dijo la legisladora.
Wasserman Schultz y la senadora Kirsten Gillibrand estaban hablando con su colega herida en el hospital poco después de que Obama y su esposa, Michelle, la habían visitado. Ambas mujeres estaban alentando a su amiga a recuperarse rápido para que pudieran salir a comer y vacacionar juntas, dijeron.
Giffords fue herida el sábado cuando un hombre armado la atacó afuera de un supermercado en Tucson donde ella se había reunido con un grupo de ciudadanos.
Seis personas murieron y Giffords recibió un balazo que le atravesó el cerebro. Uno de sus ojos tiene un parche sobre él por el disparo, dijo Gillibrand.