Agencias
El Sheriff del Condado de Pima, en Tucson, es el primer oficial que establece una relación entre el tiroteo donde ha resultado herida gravemente la congresista Gabrielle Giffords, y provocó la muerte de 6 personas, y las hostilidades políticas en Arizona.

“Nos hemos convertido en la Meca del odio y la intolerancia”, declaró el Sheriff Clarence Dupnik, quien también lamentó “el odio y la intolerancia” que se escucha a veces en las radios y televisiones norteamericanas. “Este no es el país en el que crecimos”, ha declarado en rueda de prensa.

Pese a que los medios estadounidenses apuntan a Jared Lee Loughner como el autor del ataque, el sheriff por el momento solo ha querido confirmar que un joven blanco de 22 años se encuentra bajo custodia policial. Según Dupnik, el detenido no sería una persona con problemas mentales, pero si con un individuo con una personalidad “inestable” y un pasado problemático, tanto por sus problemas mentales como por algún altercado criminal. Dupnik señaló ante los medios que es precisamente la gente desequilibrada la que es más “susceptible” de caer en la trampa de la intolerancia, y ha confirmado que el atacante tenía el objetivo de atacar a la congresista.

 

La investigación sigue en curso -Obama ya ha enviado al director del FBI a la zona para que se haga cargo de ella-, y las autoridades han informado que buscan a un segundo sospechoso. “No estamos convencidos de que haya actuado en solitario”, ha afirmado el sheriff. Las autoridades creen que una persona, de la que tan solo han informado que se trata de un hombre blanco de mediana edad del que disponen de una fotografía para ayudar a localizarle, colaboró con el detenido.