En esta jornada quedó probado el trasfondo político de las protestas contra la nivelación de los combustibles, más que la intención de expresar la inconformidad ciudadana y alentar el diálogo, afirmó ante la prensa.
«La quema de la bandera de Venezuela en la plaza de igual nombre (La Paz), el intento de atentar contra el monumento del Che Guevara (El Alto), y el ataque a la Federación del Trópico de Cochabamba, prueban los propósitos reales de quienes convocaron a esta movilización», expresó Llorenti.
Informó que en los choques este jueves hirieron a 15 efectivos policiales y a uno de gravedad: cuatro en Cochabamba, uno (La Paz), y 10 (El Alto).
El ministro también responsabilizó de lo acontecido al líder del opositor Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan del Granado, por incentivar a la desobediencia civil contra el Gobierno.
«Estamos frente a una acción netamente política, porque ellos (la derecha) continuarán defendiendo al modelo neoliberal», so pretexto del Decreto Supremo 748, que suspende la subvención implementada por el ex mandatrario Hugo Banzer, ya fallecido.
Llorenti explicó que en Pando, Beni, Chuquisaca, Sucre y Tarija la normalidad marcó el día; en Potosí y Oruro, hubo marchas sin mayores incidencias; y, sólo en Cochabamba, La Paz y El Alto, prevaleció la violencia.
Las protestas en esas tres ciudades derivaron en atentados a la propiedad pública y privada, y volvió a vivirse lo del Golpe Cívico Prefectural de 2008, remarcó Llorenti.
El ministro detalló ataques a los Ministerios de Trabajo, de Planificación del Desarrollo, de Justicia, a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, a la Empresa Aérea, a Vías Bolivia, y a la alcaldía de El Alto, además de arremetidas contra sedes de organizaciones sociales, entre otros.
No obstante, instó a la ciudadanía a preservar la tranquilidad porque las fuerzas policiales siguen movilizadas en La Paz y El Alto, donde la situación es más grave.