Como regalo de navidad EEUU amenaza al gobierno bolivariano de Venezuela
Muchas veces uno recuerda en nuestra juventud el personaje de caricatura Mafalda, un personaje creado por Quino, donde mostraba un globo terráqueo enfermo, con fiebre y envuelto en una compresa, en clara alusión a la enfermedad de poder, de muchas sociedades que sustentan sus valores, en la prepotencia, el egoísmo y en el uso de la fuerza para imponer sus intereses al resto de los países del mundo. Hoy, cuando millones de familias en el mundo hablan de paz y amor, cuando aspiran un nuevo año para alcanzar nuevas metas, muchas industrias y empresas trasnacionales destruyen nuestro hábitat, dejando muchas cumbres, como la de Cancún -que quedó sin tener en cuenta importantes propuestas de movimientos sociales- ante la indiferencia de los países industrializados.

Aun queda en la memoria aquel 2 de diciembre del 2002, donde nuevos hechos desestabilizadores se generaban en Venezuela a solo 9 meses del golpe de estado (Abril) dado contra el presidente constitucional Hugo Chávez. Esta nueva acción fue denominada como “Paro Nacional o Huelga General”, por los sectores de oposición, aunque realmente fue un «Sabotaje petrolero» o «Golpe petrolero», conformando con estas acciones un espiral de violencia. Hoy a 8 años de aquella irresponsabilidad histórica, con el pueblo venezolano, atravesando una de las Navidades y fiestas más dolorosas en el conciente colectivo, nuevos nubarrones se configuran, con la postura prepotente de EEUU y las amenazas de una oposición que intentará conformar nuevas campañas de inestabilidad política nacional e internacional.

Los nuevos halcones demócratas de Obama amenazan a Venezuela

En nuevas y recientes declaraciones el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Philip Crowley informa a Venezuela sobre las “consecuencias” que traería para las relaciones bilaterales la decisión soberana del gobierno del presidente Hugo Chávez de retirar el plácet a Larry Palmer como embajador de la Casa Blanca en Caracas. Además agregó «Hemos estado discutiendo este tema con las autoridades venezolanas por meses. Les hemos advertido que si le retiraban el plácet (a Palmer), tendría un impacto en las relaciones».

Es importante destacar que la designación de Palmer había sido rechazada en otras instancias formales por el gobierno del presidente Chávez, que esta semana remitió una nota de protesta a la administración norteamericana, la cual fue recibida por la encargada de negocios de Estados Unidos en la capital venezolana, Darnall Steuart. Luego de la reunión con el director del despacho venezolano, Temir Porras, Steuart declaró a medios de prensa que el gobierno de Barak Obama mantenía “firme su posición” de designar a Palmer y “lamentaba” el retiro del beneplácito a su nominado, recalcando en sus afirmaciones que, según su criterio, Palmer “tiene una combinación única de experiencia, habilidad y sabiduría para representar de manera exitosa a nuestro país en Caracas”.

Estas declaraciones de ambos funcionarios de EEUU, dejan entrever claramente la prepotencia de su gobierno en las relaciones diplomáticas, al afirmar las graves consecuencias que puede generar el gobierno venezolano, al defender sus derechos constitucionales, como su soberanía, ante los comentarios de Palmer. Es importante recordar que a mediados del año 2010, Palmer respondió un “cuestionario” del Senado norteamericano, donde difamó a las Fuerzas Armadas venezolanas al señalar que el componente militar del país tenía “baja moral”. También en ese informe, expresó “preocupación” por la supuesta influencia de La Habana en las fuerzas militares del país, aunque reconoció que no había pruebas contundentes sino “informes creíbles”.

Esta declaraciones contradicen los derechos y el estatus de estos funcionarios, acordados en el Placet (derechos) de cualquier embajador, ya que en acuerdos internacionales, se establecen lo alcances de sus funciones y una de ella es no entrometerse en asuntos internos del país en el que son designados, ya que esto viola los estatutos del Convenio de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que prohíbe expresamente la intervención en asuntos internos por parte de los diplomáticos.

Pero la administración estadounidense no se rige por normas internacionales

Para concebir un mundo de respeto e igualdad en las relaciones internacionales, se hace necesario crear nuevos mecanismos de control, tales como acuerdos que contengan el respeto a la soberanía, en un sistema pluripolar de intercambio político y económico. Las actuales estructuras internacionales surgidas después de la Segunda Guerra Mundial, ONU y OEA, están maniatadas por los países industrializados y las 5 potencias emergentes de esa contienda mundial, con derecho a veto, que se revela en su incapacidad de frenar a EEUU en intervenciones aisladas como las de Irak o Haití u otras acciones a nivel mundial.

El ejemplo es lo acaecido en Honduras, que deja claramente establecida la inoperancia de los organismos internacionales ante un golpe disfrazado de vacío de poder o consulta inconstitucional, sin derecho a juicio, además del secuestro y expulsión del país del presidente constitucional Zelaya. Esta visión que recuerda a décadas de golpes militares, o los nuevos intentos como el de Venezuela del 2002 o el de Ecuador en 2010, es el orden institucional que apoya el gobierno de Obama, es la concepción del derecho de cada nación a crear su propio sistema de vida, quien puede sustentar el derecho a la igualdad de oportunidades. Cuando cualquier intento de nacionalizar o controlar las riquezas nacionales, son apuntadas por las Flotas y las bases militares de EEUU.

Ejemplo de estas reflexiones son algunas de las informaciones reveladas por Wikileaks. El gobierno de Estados Unidos dejaba ver sus intenciones de derrocar al presidente venezolano Chávez, y sus ansias por la muerte del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro. En un documento enviado en 2006 al Departamento de Estado por la embajada norteamericana en Caracas, se afirmaba “Frente a alguna crisis interna, Chávez puede sufrir mucho si no tiene la mano firme de Castro en la espalda. Eso podría ser una ventaja para nosotros en nuestros esfuerzos para instar a un retorno a la plena democracia en Venezuela”.

Por el ultimo es bueno precisar que el concepto de “plena democracia” para el Departamento de Estado de Obama, se reduce a una puerta abierta al libre mercado, a sustentar la idea de oferta y demanda en un mercado internacional sin normas, sin planificación; es concebir al ser humano como una mercancía, porque es mas importante la saturación de los mercados de artículos suntuarios, vehículos, enseres de ultima tecnología, mientras millones de seres humanos mueren al año por enfermedades curables. Se habla de derechos humanos, EEUU hace listas de países violadores de los mismos, pero como el principal violador del mundo, tiene impunidad para su ejército en varios países de America Latina y el Mundo. No podemos olvidar los horrores en Irak, en las cárceles del ejército estadounidense, se cometen desde violación de hombres y mujeres, hasta la extirpación de órganos como trofeo de guerra.

Serian numerosos los ejemplos de injusticias en las cárceles de EEUU, en la monstruosa barrera en la frontera con México, o en la xenofóbica ley de Arizona, en el Apartheid en los estados sureños de esta nación, en las leyes antiterroristas, sin ninguna garantía para encubrir cualquier injusticia. Porque realmente el tema con el gobierno bolivariano de Venezuela no es un problema de democracia, es el interés por controlar el petróleo venezolano, es volver a la seudo república, porque EEUU no condenó el Caracazo, ni los muertos, porque el gobierno adeco de Carlos Andrés Pérez aplicaba el modelo neoliberal.

La Venezuela de hoy, que defiende un modelo hacia el socialismo, es un pecado imposible de soportar para el imperio estadounidense.

diegojolivera@gmail.com