The Independent y Afp


Oficiales del ejército de Corea del Norte y población civil celebran en un gimnasio de Pyongyang la exitosa prueba nuclear del lunes
El presidente estadunidense, Barack Obama, considera la posibilidad de imponer un bloqueo naval en torno a Corea del Norte, en respuesta a la prueba nuclear realizada por la nación asiática el pasado lunes. Rusia rechazó cualquier aislamiento, aunque reiteró su condena a la prueba nuclear, mientras el secretario general de la Organizacion de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, llamó a Pyongyang a regresar al diálogo con la comunidad internacional para el desmantelamiento de su programa nuclear.

Más aún, después de su segunda prueba nuclear el lunes, Corea del Norte lanzó nuevamente un misil de corto alcance, según informó hoy la agencia de noticias sudcoreana Yonhap.

El lanzamiento del misil se realizó a las 21 horas (local) de este martes en dirección al Mar de Japón, informó Yonhap que citó a un vocero de la presidencia en Seúl, sin dar a conocer más detalles.

En Corea del Sur se cree que el objetivo de los misiles es registrar aviones espías de Estados Unidos y Corea del Sur. Los aviones podrían confirmar que Corea del Norte, efectivamente, realizó el lunes una prueba nuclear, la segunda después de una efectuada en 2006, indicó Yonhap.

La embajadora estadunidense ante la ONU, Susan Rice, aseguró que la actitud desafiante de Corea del Norte es una «provocación para la desestabilización y una amenaza».

Washington está listo para adoptar medidas más enérgicas como «interceptar y confiscar» cualquier material prohibido que entre o salga de la nación asiática, y advirtió que con sus recientes acciones, Pyonyang sólo ha conseguido «aislarse más de lo que ya está».

La postura de la administración de Obama no es compartida por Rusia, aunque sostuvo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas reaccionará con firmeza. «La adopción de una dura resolución es inevitable. La reacción debe ser bastante seria porque está en juego el prestigio del Consejo de Seguridad», declaró una fuente del ministerio ruso de Relaciones Exteriores a la agencia Itar-Tass.

«No se trata de un bloqueo, de aislamiento o de cordones sanitarios», aclaró esta fuente. «La puerta de las negociaciones debe estar siempre abierta», agregó.

El ex embajador estadunidense ante la ONU John Bolton, afirmó que el nuevo ensayo nuclear constituía un «momento de la verdad» para el presidente demócrata Obama, luego de que éste tendió la mano a los regímenes hostiles a Washington. El gobierno de George W. Bush se ufanó de haber logrado que Libia y Corea del Norte frenaran sus aspiraciones nucleares, por lo que es de esperar, según analistas, que los republicanos culpen a la nueva administración de la renovada actitud beligerante del país asiático.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió al Consejo de Seguridad adoptar las «medidas necesarias» tras la prueba nuclear.

«Este acto de Corea del Norte va en contra de los actuales esfuerzos internacionales para reducir la proliferación de armas nucleares», afirmó. «Debemos estar decididos a enfrentar estas serias violaciones que amenazan la paz y la seguridad en el mundo», agregó.

Pyongyang había amenazado con represalias –en especial la de un nuevo ensayo nuclear– desde que en abril pasado la ONU le dirigió una resolución de condena por el lanzamiento, a principios de ese mes, de un cohete de largo alcance que sobrevoló Japón.