Raymont Castillo

Muy sonado es el caso de Julian Assange, ¿el Bin Laden informático? O  ¿el Aquiles de la nueva era? Todo depende desde qué punto se le observe.  Cuando nace el sitio wikileaks en el 2.006, parecía ser otro lugar más para las críticas y denuncias de las aberraciones, excesos y violaciones de los derechos humanos que se cometen en Irak y Afganistan por parte de las fuerzas de los Estados Unidos. Sin embargo y como lo expresó Assange en un momento “No se puede publicar un documento sobre física sin los datos completos y los resultados experimentales, y esto debería ser la norma en periodismo”. Pues de eso mismo se trata, no basta con capturar una imagen o una entrevista sobre Irak o Afganistan, para mostrarle al mundo las inclemencias de la guerra y los abusos cometidos por parte de las fuerzas invasoras. El éxito de wikileaks radica en que fundamenta sus denuncias en cables emanados directamente de las distintas embajadas de los Estados Unidos a lo largo y ancho del planeta, la doble moral en la que la diplomacia norteamericana incurre, dando la apariencia de un guante de seda, que trata de encubrir un verdadero puño de hierro. Pero el caso no es la complacencia que siente uno como lector al descubrir las infamias que salen desde las embajadas de esta nación. Sino del papel de estúpidos necesarios que hacen los gobiernos del mundo, y por nombrar solo uno el de Arabia Saudita y su genuflexa posición ante su arrogante “héroe”.

Julian Assange es sólo el punto de referencia de la real lucha que existe en nuestro sistema global, al ver a este no como naciones y estados, sino como una verdadera aldea, por un lado el Establishment, es decir los gobiernos, las elites políticas y económicas de las sociedades. Y por otro las masas enfurecidas, buscando respuestas al ¿Por qué? De las cosas.  Muy extravagante parece la acusación de violación y delitos sexuales que pesa sobre el polémico hacker, que se encuentra detenido en Londres. Al parecer el chico malo del wikileaks cayó en una coartada puesta por el mismo sistema de dominación, que finalmente le llevará a los Estados Unidos y para ser acusado de “espionaje”.

Por otra parte en Washington saben que este es sólo uno, de un enorme ejercito de investigadores independientes que están dispuestos a enfrentar al sistema, y quizás la nueva estrategia en la que se centren los norteamericanos, es en crear ante el mundo una especie de “Al Qaeda Cibernética”, y hacer de esos pequeños enemigos tras el teclado, una infraestructura ficticia a la que darán imagen de organización terrorista, para enfrentarla como si se tratase de un poderoso enemigo (que en efecto lo es) y poder atacarles hasta liquidarlos uno a uno. Para ellos esa puede ser una opción, otra seria la aplicación de la polémica ley que permitiría a Obama dejar al país sin internet. Y bajo ese argumento coaxionar a otras naciones del mundo a implementar iguales medidas en nombre de “la democracia y la libertad” que ellos tanto alarden, he allí su odio a la democracia y libertades verdaderas como critica Noam Chomsky.

Anonymous, puede ser otra peligrosa coartada ingeniada por alguna mente perversa en los organismos de seguridad de los Estados Unidos, para darle infraestructura a la hipotética “Al Qaeda Cibernética” como también, lo pudiera no ser, y realmente se tratase de una organización real bien encaminada, que tiene muchos desafíos por enfrentar, y entre ellos su propia supervivencia, porque la nueva escalada que llevara a cabo desde los organismos de seguridad de todo el mundo será muy intensa, porque recordemos que el caso wikileaks abre una puerta a los pobladores de la tierra, que ha dejado sentir la inmunda realidad a la que estamos sometidos bajo este Sistema de Dominación Mundial.

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