El jefe de Estado Mayor de la Policía Militar, Álvaro Rodrigues García, ha anunciado que serán lanzados gases dentro del tunel para obligar a salir a posibles traficantes que pudieran permanecer aún escondidos allí dentro. La policía ya había encontrado a ocho de ellos ocultos en unas alcantarillas.
Según el delegado Fernando Veloso, algunos de esos traficantes podrían haber huido también disfrazados con uniformes de los funcionarios de las obras del PAC (Programa de Aceleración del Cambio), del Gobierno federal, robados semanas atrás en citada favela.
Al mismo tiempo, las autoridades de Bolivia han anunciado haber reforzado sus fronteras por miedo a que narcos, huidos del Complexo Alemáo y de otras favelas a las que podrían entrar pronto las fuerzas del orden, estén intentando entrar su territorio. Así lo ha confirmado hoy el coronel Luis Lanchipa, jefe policial de la región de Santa Cruz.
Según las autoridades bolivianas, Brasil es el principal destino de la cocaína producida en el país andino. Parte de la droga permanece en territorio brasileño, para consumo interno, pero la mayor parte es exportada hacia países africanos y europeos.
Según declaraciones del asesor jefe de la ONU para asuntos de seguridad pública, Edagardo Buscaglia, hoy los traficantes brasileños actúan en 12 países extranjeros. Según él, sin embargo, el drama del tráfico de drogas y del crimen organizado aún no es tan grave en Brasil como en México, ya que en este país, añade, «las altas autoridades de Estado aún no han sido capturadas y corrompidas por el crimen organizado». La corrupción, que existe, sería a nivel inferior.
En el Complexo Alemão, policía y militares siguen incautándose de drogas y armas. Se calcula que los narcos han perdido sólo en el Complexo Alemão, ya en manos de las fuerzas del orden, unos 80 millones de reales en armas y drogas confiscadas o abandonadas en la fuga. Hoy mismo ha sido encontrada una gran cantidad de marihuana en un camión de la basura. Hasta ahora en manos de la policía figuran 50 toneladas de marihuana, 300 kilos de cocaína, granadas, ametralladoras, armas automáticas modernísimas, trabucos high tec con nombres extraños, y muchos chalecos antibalas usadas por la policía militar.
La pobreza, a veces hasta la miseria de los habitantes de las favelas, contrasta visible y trágicamente , según los militares que actúan en la favela, con el lujo encontrado en algunas habitaciones abandonadas por los narcos, con bañeras de hidromasaje en todos los dormitorios, piscinas internas, televisiones de último grito, motos de los modelos más veloces del mundo y coches importados de las marcas más buscadas por los millonarios del mundo.